AMALIA
Esta semana estaba siendo terriblemente exhaustiva, tuve varios trabajos que entregar más dos exámenes, mi cerebro ya no podía más y era jueves. Me sirvió este ajetreado esquema universitario porque me enfoque solo en esto en vez de pensar en él.
Porque si soy sincera desde la fiesta donde sentí sus suaves caricias sobre mi piel pasé todo el resto del fin de semana pensándolo y hasta imaginándome como seria sentirlo en toda la amplitud de la palabra.
Pero cuando mi yo racional hizo acto de presencia me reprendí por ello.
Si mi hermano llegara a sospechar algo sería terrible y no quiero eso, sin contar que hay mucha diferencia de edad entre ambos, pero lo más importante es que sé que soy un juego para él.
Algo que desea y no puede tener.
Entonces es ahí cuando entiendo que no voy a arriesgar todo solo porque lo deseo. Porque si, lo deseo, quiero que me bese y que me toque, que me lleve a la cama y me haga perder la razón porque lo que sentí con una simple caricia suya no lo había sentido jamás.
Pero eso no iba a pasar, estaba claro quién era y que quería de mí.
Hoy Elizabeth no vino asique me encuentro sola en un banco en el campus comiendo una ensalada totalmente inmersa en mis pensamientos.
-Hola Amalia- Siento una voz llamarme y cuando miro a mi costado veo a ese chico tan bonito que choque la otra vez. Y si, es lindo, su pelo marrón claro, sus ojos celestes claros como ninguno y su aspecto dan look de chico malo y él lo sabe, sabe que es atractivo.
-Hola! - Le hago un lugar para que se siente.
-Me alegra mucho volver a verte- Me dice utilizando un tono seductor de voz.
-Enserio? ¿Y eso por qué?
-Supongo porque me has dejado impactado desde que te vi- El mira mis libros- También estoy en medicina, en tercer año y ¿tú?
-Primero- Le respondo sin dejar de verlo, tiene algo que es hipnótico.
-Cuando quieras puedo ayudarte con lo que necesites- Me sonríe- Y también me gustaría invitarte a cenar mañana.
-Realmente esta semana ha sido un infierno y estoy cansada para salir- El me mira algo decepcionado- Pero si no te parece un mal plan te puedo invitar a comer a casa, pedimos algo y vemos una película... ¿Qué dices?
-Que espero la dirección de tu casa... a las ocho? - Me dice todo emocionado, toma mi teléfono y anota su número- Ahora vamos a estar en contacto.
-Estamos en contacto entonces.
-Espero tu mensaje hermosa Amalia- Se va guiñándome el ojo.
Yo solo sonrió por lo que acaba de pasar. No es más que una simple cena, pero es positivo que conozca gente y más acorde a mi edad.
Y Ethan es lindo, no como Henry, pero es lindo.
El viernes llego y yo estaba inquieta, sabía que era por mi cita con Ethan, aun así, no permití que eso alterara mi concentración en clase. Cuando mi día en la universidad termino le envié la dirección y me fui a casa. Acomode un poco y elegí que usar esta noche, iba a ser en casa asique quería que fuera algo lindo y cómodo.
Opte por un vestido algo suelto y botitas.
A la hora acordada él está puntual en mi puerta, lo invito a pasar y nos sirvo algo para tomar mientras los dos nos decidimos por comida china. La conversación con él es amena y fluida, me conto de él y su familia, también hablamos de lo que nos apasiona que es la medicina. Me conto que piensa especializarse en el campo de la cardiología mientras que yo le conté que estoy interesada en la neurología.
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Seduction games
RomanceAmalia Altman es una chica de 18 años a punto de convertirse en estudiante de medicina. Tiene sus metas claras y una vida tranquila hasta que vuelve a encontrarse con el mejor amigo de su hermano por el cual comienza a sentir una pequeña atracción...