Seduction games

Capitulo 27

HENRY

Todo era un desastre, en realidad mi vida era un desastre. La extrañaba todo el tiempo y no había momento en que no pensara en ella.

Para mí era una tortura saber que ese profesor suyo estaba tan cerca de ella, podía ver el deseo en sus ojos cada vez que la miraba, Y sí, soy un jodido egoísta por pensar en eso estando yo comprometido, pero no lo puedo evitar porque la amo.

Quiero decírselo, gritárselo, pero no cambiaría nada solo la lastimaría más de lo que ya lo hice porque la realidad es que este compromiso no se puede romper sin importar lo que yo quiera o no.

Hace un año cuando la familia de Emily y la mía pactaron este compromiso entre ambos no hubo excusa que valiera de mi parte para que se diera marcha atrás.

La fusión de ambas familias supondría convertirnos en los bufetes de abogados más importantes de todo Londres. Mi premio por eso fue poder volver a Estados Unidos con mi propio estudio.

A Emily la conocí cuando me fui Inglaterra a hacer una maestría a Londres, nos hicimos amigos de inmediato. Ella hacia lo mismo, pero en finanzas internacionales. Su familia ya tenía vínculos con mi padre y cuando vieron que después de unos años habíamos empezado una relación no dudaron en planear un compromiso.

Ella estaba feliz, para mí fue una condena porque si bien la quería, la quiero, nunca estuve enamorado de ella y jamás se lo oculté porque en mis planes con o sin compromiso siempre fue volver aquí e independizarme de la herencia de mi padre.

Pero ese compromiso cambio todo, sabia lo infeliz que iba a ser y por más que trate de hacerla entrar en razón y que ambos enfrentemos a nuestra familia ella decidió seguir con esto. Sé que tampoco me ama, la conozco, Emily es una persona cálida a la vista, pero también muy frívola, preocupada solo por la apariencia y el estatus social.

Y que nos casemos le aseguraría eso de por vida, no es excusa claro pero su traición al seguir con esta farsa me permitió engañarla sin culpa con cuanta mujer quise.

Pero claro tenía que cagarlo todo poniendo mis ojos en Amalia, que sin buscarlo y sin quererlo me enamoro de una manera descomunal. Tengo muchos sentimientos encontrados porque me siento un bastardo al haber pensado en seducirla solo para llevarla a la cama, pero también sé qué fue lo mejor que me paso porque por primera vez puedo decir que me enamore perdidamente, aun cuando sé que no puedo tenerla.

Mi cabeza es una bomba a punto de explotar y no puedo hablarlo con nadie, no puedo ciertamente hablarlo con Thomas porque me mataría si se llegara a enterar todo lo que ha pasado y James se ha vuelto incondicional de Amalia al punto que parece su sombra y eso ya en algún punto hasta me molesta.

Pero es mi amigo de toda la vida, jamás podría enojarme con él. A veces me alivia que este con ella porque sé que es mucho mejor hombre que yo.

La voz de mi secretaria me saca de mis pensamientos, últimamente por más que vengo a trabajar no logro concentrarme en nada. Parezco un maldito zombi, lo único que me alegra es saber que este fin de semana podre estar solo ya que Emily se fue con Molly a un spa.

-Señor Grey, el Señor Lewis ha venido a verlo.

-Hazlo pasar por favor y trae dos cafés- Le digo- Ah y cancela mis citas hasta que termine mi reunión.

La visita de James me toma por sorpresa ya que no lo esperaba.

-Henry ¿Cómo has estado? ¿Hace unos días no sé nada de ti? - Me saluda y le devuelvo el abrazo.

-Es que bueno, ahora pareces más amigo de Amalia que mío- Digo y el me mira- Pedí que nos traigan dos cafés.

-Henry no seas infantil, claro que sigo siendo tu amigo, pero también soy amigo de ella- Me dice- Necesitaba contención y antes que sigas imaginando cosas, no la veo de esa forma para mí es como mi hermanita menor.

-Perdón, soy un idiota- El asiente, mi secretaria nos deja el café y yo sigo hablando cuando ella sale de la oficina. - Toda esta situación se me fue de las manos y me supero.

-Lo sé, pero ya no tiene caso lamentarse, ¿Cómo esta Emily? - Pregunta.

-Bien, se fue por el fin se semana con Molly a un spa, Thomas esta que camina por las paredes- Ambos reímos- Sabes la extraño demasiado.

-Pero si se fue un fin de semana, no seas exagerado.

-A ello no imbécil, extraño a Amalia no puedo dejar de pensar en ella.

-Dios Henry, ¿Acaso de verdad te enamoraste de ella? - Me mira fijo

-Demasiado James, me dio vueltas el mundo- Suspira.

-Entonces porque no dejas todo y luchas por su amor- Ahora el que da un largo suspiro soy yo.

-Sabes que eso es imposible, hay demasiadas cosas que no van a dejar que lo nuestro tenga futuro y lo sabes- Paso mis manos por mi rostro por la clara frustración que siento.

-Mira Henry esto te lo digo porque eres mi amigo y te quiero y porque también la quiero a ella- Asiento- Si de verdad la amas tanto como dices entonces pelea por ella contra todo y todos, en definitiva, solo son dos personas que se enamoraron. Cancela este absurdo compromiso y has por una vez lo que sientes. Pero si no vas a hacerlo, por el amor que sientes por ella entonces déjala ir y que encuentre su camino y su felicidad. Déjala ser, porque lo único que logras al seguir rondándola es que ella siga atada a ti cuando no tiene ninguna posibilidad.

-Es difícil James, sé que debo hacerlo, pero la amo y me cuesta soltarla, aun cuando sé que tengo que hacerlo.

-El amor mi querido amigo no debe ser egoísta- Se termina su café y se levanta- Tú debes de querer que ella sea feliz contigo o sin ti porque de eso se trata el amor a veces. Ahora debo irme, mañana voy a exponer mis fotos en una galería luego te mando la dirección y espero verte allí, adiós Henry.

-Adiós James, nos vemos.

Tiene razón.

James tiene razón en todo lo que me dijo, tengo que dejarla ir, no debo ser egoísta. Sé que no puedo escapar de esto y tampoco puedo seguir dándole vueltas.

Es por eso, por todo el amor que siento por ella que la voy a dejar ir para que sea feliz...