AMALIA
No puedo creer lo que estoy viendo...
Es como si el tiempo se hubiera paralizado y todo lo veo pasar en cámara lenta. Me doy cuenta lo fuerte que estoy apretando la mano de James, pero lo miro y él no me dice nada ni me suelta, solo mira hacia el frente donde veo entrar a Henry con una mujer del brazo.
Es hermosa, rubia de ojos claros y alta.
Tiene un porte estilizado y se nota la mujer distinguida que es, nada que ver conmigo claramente.
Ellos se acercan a saludar y mi corazón termina de detenerse cuando el, la presenta como su prometida. Entonces un sinfín de preguntas vienen a mi cabeza.
¿Desde cuándo? ¿Siempre jugó conmigo entonces? ¿Todas las cosas que me dijo eran mentira?
Yo no puedo ni mirarlos, siento la mirada de Henry, pero estoy más ocupada tratando de no llorar y que nadie pregunte el porqué.
Incluso estoy tratado de respirar.
Me saluda muy amablemente y yo correspondo de la misma manera, en definitiva, mi problema es con él, no con ella.
Todos hablan animadamente y le preguntan fecha de compromiso y por la fiesta y yo ya no puedo soportarlo más.
-James- Le susurró al oído- Sácame de aquí por favor.
-Ven vamos a afuera- Toma mi mano y se dirige a los demás- Si nos disculpan, esta hermosa dama y yo iremos por algo de tomar.
Me toma de la cintura, cosa que agradezco porque no creo poder caminar apropiadamente y salimos sintiendo la mirada de Henry sobre nosotros.
Salimos a un gran parque y caminamos en silencio hasta encontrar un banco, nos quedamos en silencio por un largo rato hasta que ordenó mis ideas.
-James- Lo llamó.
-Dime Amalia.
-Hace cuánto sabes lo que pasa con Henry? - Pregunto
-Lo de ustedes dos o su compromiso?
-Ambos supongo- Me mira.
-Bueno lo de ustedes dos lo sospeché desde la fiesta de cumpleaños de Thomas, no eran nada disimulados y lo confirmé una noche que fui al hospital y lo vi cuidándote. Él no sabía que estaba ahí y lo vi tomarte de la mano y besarte- Abro bien mis ojos- En cuanto al compromiso desde siempre.
-Y porque no me has dicho nada? -Me mira
-No era yo quien debía decírtelo Lía, pero ahora, me arrepiento de no haberlo hecho pequeña, debí haberte ahorrado este dolor- Me atrae hasta él y me abraza.
-No es tu culpa James, yo no debí ser tan tonta involucrándome con él.
Nos quedamos así abrazados y en silencio un rato más, James me da la misma seguridad y protección que mi hermano y en este momento es lo único que necesito.
Luego de un rato escuchamos unos pasos acercarse, ninguno de los dos se molesta en moverse hasta que tenemos frente a nosotros un Henry bastante molesto mirando la escena.
Instintivamente nos separamos.
-Amalia necesitamos hablar- Me dice. Yo ya he dejado de llorar y ahora más que dolor siento enojo.
-Ahora necesitamos hablar? - Le digo irónica- Mira que loco, luego de diez días buscando hablar contigo y que me ignoraras, ahora, justo ahora soy yo la que no lo necesita.
-Amalia por favor- Trata de acercarse a mí, pero James lo detiene.
-Henry déjala en paz, no es el momento ni el lugar para hacer una escena. Adentro están todos y no creo que quieras que se enteren, ¿Verdad?
-Pensé que eras mi amigo- Le grita y yo me quedo estática en mi lugar- Y no que cuando yo me diera vuelta ibas a ir detrás de ella. ¿Acaso piensas que no me di cuenta como la miras o como la tenías abrazada recién?
-No digas estupideces de las que después te puedes arrepentir- Lo señala enfurecido, yo los miro y decido intervenir, no quiero que esto pase a mayores.
- Ya basta Henry, no hay nada entre James y yo. Y no vengas aquí reclamando porque te recuerdo que tu prometida está adentro- Trato de no alterarme, pero las palabras salen solas- Todo este tiempo te burlaste de mí, me buscaste, me enamoraste y tenías novia y lo que es peor, estás comprometido.
-Espera, ¿Te enamoraste de mí? - Creo que voy a morir, acabo de darme cuenta lo que sin pensar confesé.
- Eso ya no tiene importancia, no te parece Henry- Miro a James y ya no puedo contener las lágrimas, estoy rota- Rompiste mi corazón y no puedo más. Haz tu vida y se feliz, pero a mi déjame en paz.
Me voy dejando a un atónito Henry mirando la nada, James me sigue y me dice que no me va a dejar sola. Me dirigió al baño para tratar de arreglarme un poco antes de volver a la mesa y cuando salgo James me está esperando afuera.
Ocupamos cada uno su lugar y momentos después Henry volvió sentándose al lado de su novia.
Si pudiera irme lo haría.
La cena fue una completa tortura, una hora escuchando sobre su compromiso y la fiesta que iba ser en un mes, un maldito mes y luego por supuesto el casamiento. Molly estaba encantada y yo debía fingir interés en una conversación que me estaba destrozando.
James fue de mucha ayuda, nunca me dejó sola y trató de distraerme en todo momento. En ocasiones me hacía reír cuando me invitaba a bailar haciendo pasos demasiado raros.
Dos horas después ya estaba más que lista para irme, no podía seguir en este lugar. Me dolía mucho verlo con ella y aunque no quería admitirlo sentía celos porque ese lugar quería ocuparlo yo.
James se ofreció a llevarme, pero necesitaba estar sola y pensar. En un solo día me habían terminado y encima me había enterado que estaba comprometido y además conociendo a su novia.
Que tonta fui y que tonta me siento ahora.
Sabía que no tenía que caer con él y me tiré a sus brazos sin pensarlo, el costo fue muy grande, dejé que me rompa el corazón y ahora no tengo idea que hacer.
En realidad, es muy claro lo que tengo que hacer, enterrar mis sentimientos por el muy en el fondo y seguir adelante.
Henry debía salir de mi vida y de mi corazón, aquí no íbamos a tener un final feliz...
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Seduction games
RomanceAmalia Altman es una chica de 18 años a punto de convertirse en estudiante de medicina. Tiene sus metas claras y una vida tranquila hasta que vuelve a encontrarse con el mejor amigo de su hermano por el cual comienza a sentir una pequeña atracción...