AMALIA
La charla con Molly fue dura, cruda y sin mentiras.
Le conté todo, no solo porque ya era inútil esbozar una mentira sino porque la quiero y no quiero mentirle. Ella siempre fue más que la novia de mi hermano, es la hermana mayor que nunca tuve.
Obviamente al principio no podía creer lo que le estaba diciendo, como se le había escapado a sus ojos. No lo aprobaba y estaba enojada esa fueron sus palabras, pero a medida que la charla avanzo suavizo sus palabras y su trato hacia mí.
No podía decir que me entendía, pero si me apoyaba en lo que yo decidiera porque inclusive le conté sobre la propuesta del viaje.
"Entre mi amistad con ellos y tú, siempre te voy a elegir a ti Lía por eso cuentas conmigo siempre nunca lo olvides" eso basto para sentirme en paz al menos un poco.
Estaba furiosa con Henry y si bien no estaba de acuerdo en ocultárselo a mi hermano termino entendiendo que era lo mejor por ahora. Ella nunca espero que yo le dijera que estaba enamorada de él y eso fue lo que calmo su enojo.
Al fin de cuentas uno no elige de quien enamorarse.
Sin embargo, hubo algo que me dijo que no me pasó desapercibido "Desde que llevo tratando a Emily y a Henry como pareja nunca lo vi mirarla a ella de la manera en que te miraba a ti"
Pero no quería pensar en eso porque sería ilusionarme por nada, en el breve tiempo que estuvimos juntos Henry me demostró sus celos posesivos, su intensidad cada vez que teníamos encuentros sexuales e incluso llego a decirme que me quería, pero nunca me dejo ver que estaba enamorado de mí, que me amaba.
Y claro, eso no podía pasar si ya tenía una mujer esperando por él.
Tenía la cabeza hecha un caos, desde ese día en la tienda cuando me estaba probando ese vestido de novia la mirada de Henry hacia mí no salía de mi mente.
Dios lo extrañaba tanto y no tenía la mínima chance, en dos meses él se casaría, ¿Que se supone que iba a hacer? ¿Llorar para siempre? ¿Esperar por algo que nunca iba a pasar?
Toda una noche llorando y en vela me costó tomar quizás la decisión personal más importante de mi vida hasta ahora.
En dos meses me iría a vivir a Seattle.
El sol se estaba poniendo y un hermoso atardecer anaranjado era un regalo a la vista, las primeras nevadas eran duras y el frio penetrante pero aun así esta era mi época favorita del año.
Habían culminados ya mis exámenes y la navidad tenia enloquecida a todos con sus compras.
Yo estaba perdida en mis pensamientos mientras esperaba a Alex, hoy lo había citado en este café para contarle en persona mi decisión de irme con él. Claro que después venia la parte más difícil, mi hermano.
Un suave beso en mi mejilla me tomo desprevenida asustándome...
-Hermosa como siempre- Me susurro Alex en el oído para sentarse frente a mí.
-Tonto, me asustaste, pero gracias por el cumplido- Sonríe, es tan tierno verlo sonrojarse, el todo grande e imponente- ¿Ordenamos?
Con una seña llama a la mesera que enseguida toma nuestro pedido, dos tazas de café negro con dos porciones de tarta para cada uno, limón para él y de fresas para mí.
-Bueno Amalia me has dejado muy intrigado, ¿De que querías hablarme? - La mesera deja nuestros pedidos no sin antes sonreírle a Alex quien ni se percata de eso.
-Bueno quise invitarte aquí porque tengo algo muy importante que decirte y quería hacerlo en persona- Me mira sin entender- Decidí irme contigo, es decir... quiero decir... dios- Él sonríe ante mi repentino tartamudeo- Yo... perdón lo que quise decir es que...
De golpe Alex se levanta para abrazarme mientras me levanta de la silla como si yo no pesara nada y da vueltas conmigo riendo. Algo que me deja completamente idiotizada.
-No digas nada más, no sabes lo contento que me pone tu decisión- Yo solo sonrió- Perdón que bruto soy- Me deja suavemente en mi silla otra vez.
El resto del tiempo pasa entre risas y planes para hacer una vez que estemos allá. Él se ira luego de la navidad y yo iré dos meses después, me dijo que por el lugar para vivir no me preocupara que él ya había rentado un departamento espacioso que podíamos compartir.
Obviamente tuve que declinar esa propuesta primero porque no me parecía correcto y segundo porque mi hermano me mataría si llegaba con la noticia de que me iba y que además iba a compartir departamento con mi profesor.
Antes de ir a hablar con Alex, le conté mi decisión a Molly y le hice prometer que no le diría nada a mi hermano hasta que yo hablé con él. Y eso iba a hacer hasta un día antes de la boda con Henry que sería el día en que me vaya, no quería que él se entere.
Yo ya estaba sufriendo por esa despedida.
-Noo- Lloriquea abrazándome- No quiero que te vayas!!
-Dios Liz, pareces niña pequeña- Reímos- Además no me voy al fin de mundo, nos visitaremos, haremos video llamada. Sabes que este cambio lo necesito.
-Si lo sé, es que te voy a extrañar mucho- Me vuelve a abrazar- Pero te vas con el bombón de Wagner, ¡que suertuda!
Ambas reímos por su comentario porque, aunque este súper enamorada de Ethan siempre tiene esos comentarios con Alex y la entiendo por lejos, es el profesor más bello de todas las materias, quizás hasta de la Universidad.
Para festejar esta noticia Ethan, ella y yo iríamos a un club a bailar. Realmente no son mis planes favoritos, pero no me vendría nada mal salir a bailar y beber un poco, hoy es noche de amigos pura y exclusivamente.
Vestido negro ajustado para ambas pelo suelto y botas por encima de la rodilla para mí y zapatos para ella salimos junto a un muy guapo Ethan hacia el Club.
-Sí que voy a ser la envidia de todos los hombre- Dice mi amigo llevándonos a cada una del brazo.
Llegamos y el lugar estaba lleno de gente bailando, bebiendo, algunos haciendo todo eso junto y más.
La música resuena por todo el lugar.
Nos acercamos a la barra a pedir nuestros tragos y el primer brindis por mi partida llega, luego otro y otro.
No estoy borracha pero el alcohol hace efecto en mi cuerpo y necesito moverme, necesito bailar. Elizabeth me arrastra a la pista ante la protectora mirada de su novio que la vigila en todo momento. El maravillado ante la escena de nosotras bailando pegadas frotando el cuerpo de una con la otra.
Se acerca para bailar con ambas quedando en el medio y yo me estoy divirtiendo como nunca antes. Ethan baila con Liz, luego conmigo hasta que siento unas manos rodear mi cintura.
Ethan mira al chico que tengo detrás de mí, pero Liz lo busca guiñándome el ojo y se lo lleva.
Yo solo bailo, el chico se mueve muy bien.
Siento sus manos acariciar mi cintura y su respiración en mi cuello, no pienso, no analizo solo me dejo llevar.
Me gira y lo veo, tiene una mirada felina y es lindo, demasiado. Poco a poco se va acercando a mí, pero yo no siento ni la más mínima atracción asique me disculpo con el diciéndole que voy a ir al baño.
Y en verdad voy a ir, pero antes hago una parada en la barra para pedir un shot de tequila, estoy enojada conmigo, ¿Porque no me puedo dejar llevar? ¿Porque me cuesta tanto sacarlo de mi cabeza?
Dios, te odio Henry.
Voy hacia el baño esquivando gente cuando siento una mano alzarme por la cintura y taparme la boca. Quiero gritar, correr, pero no puedo es más grande y fuerte que yo.
Me mete en un cuarto cerrando la puerta y me suelta.
Mierda.
Jodido idiota.
-Que carajos haces acá??
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Seduction games
RomanceAmalia Altman es una chica de 18 años a punto de convertirse en estudiante de medicina. Tiene sus metas claras y una vida tranquila hasta que vuelve a encontrarse con el mejor amigo de su hermano por el cual comienza a sentir una pequeña atracción...