18- Las cocinas.

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HARRY.

No recordaba la última vez que se sintió tan aliviado, había salido con vida de las garras del colacuerno y la segunda prueba no sería hasta dentro de meses. Aprovechando la frescura de su memoria no tardo nada en contarle todo a Sirius en una extensa carta. Cuando volvio a la sala común con Hermione, los recibió un ambiente animado y lleno de vitoreos, bengalas del doctor Filibuster, comida, jugó de calabaza, cerveza de mantequilla y golosinas de Honeydukes.

-¡HARRY!- exclamó Fred tomándolo del brazo y cargandolo en sus hombros a modo de celebración- Pensamos que perderias una pierna.

-O un brazo- completo George cargando a Harry en otro de sus hombros imitando a su gemelo.

-Pero que morirías, nunca- dijeron ambos gemelos al unisono.

Aunque Harry estaba muy feliz con los festejos, sentía que aún faltaba la persona más importante para el, Ron. Lee Jordan tomo el pesado huevo de oro y se lo dio. Todos en la habitación insistieron en que lo abriera. Pero al hacerlo un estremecedor y agudo grito los hizo cubrirse los oidos, incluso las pinturas se cubrieron.

-¿Pero qué demonios fue eso?- se quejo Ron de pie junto a una butaca. Harry se puso tan feliz de que estuviera ahi que olvidó por completo el huevo y la segunda prueba. El pelirrojo se acerco y le hablo en voz baja- Perdon por mi actitud de los últimos días, fue muy infantil de mi parte. Pero al din comprendí que no pusiste tu nombre en el cáliz de fuego.

-Te tardaste mucho- respondió con una amplia sonrisa como diciéndole que todo estaba bien.

-Charlie apenas me dijo de los dragones, te hubiera dicho de haberlo sabido- dijo Ron después de unos segundos en silencio.

-No hay problema... Hagrid me aviso hace unos días.

Conforme pasaba la noche, Harry noto que habia algo diferente en su amigo, era extraño, pero pensaba que alguien tenía que ver con eso, no quería ser grosero pero Ron no era tan... maduro. No le dio importancia y lo paso por alto. Finalmente McGonagall los regaño por el ruido y se fueron a la cama.

Al día siguiente, tuvieron una desastrosa clase de cuidado de criaturas mágicas por lo grandes que estaban los escregutos y después vino una entretenida clase de adivinacion. Ron y él hicieron enojar a la profesora Trewlaney burlandose de sus predicciones, en su defensa, no fue intencional. Bajaron a cenar, sorprendeme Hermione estaba ahí y no en la biblioteca, segun dijo la castaña, Viktor Krum estaba ahí y su club de fans lo acechaba desde las estanterías hacuendo imposible tratar de estudiar.

Cuando volvian a la torre de Gryffindor los detuvo, venia corriendo por el pasillo como quien acaba de descubrir algo. Él y Ron fueron arrastrados seis pisos mas abajo. Por un momento creyeron que los llevaba a la mazmorra de Snape. Pero luego entro por la puerta junto al comedor, fueron por un pasillo y la castaña se detuvo frente a un enorme tapiz de frutero.

-Hermione si este es otro asunto de tu organización de elfos, me regreso ahora mismo para la torre de Gryffindor- dijo Ron irritado.

-No es nada de eso- la castaña extendió el brazo y le hizo cosquillas a una pera hasta que esta se convirtio en el pomo de una puerta.

A primera vista era una sala tan grande como el gran comedor, solo que no tenia un techo encantado, en su lugar colgaban numerosos sartenes. Al centro habia cuatro largas mesas que seguro estaban justo debajo de las de las casas. Pero antes de que pudiese ver nada mas recibió un fuerte abrazo a altura de su estómago.

"Harry Potter" exclamo la voz sobre su ombligo, el elfo lo abrazaba tan fuerte que por un momento temio por sus costillas.

-¿Dobby?- dijo casi sin aire y luego trato de aflojarle un poco - ¿Qué haces aqui?

-Dobby trabaja en Hogwarts señor, Dobby quería ver a Harry Potter otra vez.

Dobby les conto sobre los dos años en los que estuvo buscando trabajo, por lo que les relataba era muy difícil para un elfo conseguir trabajo si está en libertad y exige un salario. Después se enteraron de que Winky, la elfina del señor Crouch acusada de conjurar la marca tenebrosa en el mundial de quidditch, también estaba ahí.

Winky estaba junto a la chimenea rodeada de botellas vacías de cerveza y se seguia lamentando que el señor Crouch se deshiciera de ella, lloraba inconsolable porque temia que Crouch no pudiese sobrevivir sin ella. Hermione intento decir algo, pero cuando escucho que hablaba mal de su antiguo dueño esta se ofendió y lloro todavía mas estuvo a nada de gritarle a la castaña que ella no tenia permitido hablar mal de su antiguo amo, sin embargo .

-Dobby... No, no puedo.

-¿Qué sucede?- le pregunto Harry.

-El amor Lucius, señor.

-¿Qué con él?- le pregunto, pero el elfo pareció recordar algo y cambio de idea.

-No puedo decir nada, señor- dijo y se empezo a golpear hasta que Harry lo detuvo- Dobby no puede decir nada hasta que sea el momento adecuado, señor. Pero lo que Dobby si puede decir es que la señora Narcisa y el jóven amo Draco son diferentes.

Yo no amo a Potter [~•DRARRY•~]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora