80- En el tren 1/2.

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DRACO

La noche antes de volver al colegio le fue imposible dormir, estaba tan nervioso y preocupado que su cerebro le impedía cerrar los ojos, su madre decía que cuando algo le preocupara y no fuera capaz de hablarlo con nadie  lo escribiera, así que se levanto a mitad de la noche y se sento frente al escritorio de su habitación, encantó su puerta para que nadie escuchara o viera nada, saco pergamino de un cajon, tinta y pluma. Encendió una vela, y al principio no supo como empezar, miro el papel en blanco, pero después simplemente dejo su mano escribir automáticamente, las palabras formaban párrafos por si solas.

Por la mañana, despertó por los golpes de su madre en la puerta, se habia quedado dormido, miro el reloj y tuvo que darse prisa, eran casi las 10 y hacian al menos treinta minutos a King's Cross. Metio el pergamino en su baúl, no se arriesgaría a que lo encontrarán, lavo su cara y dientes a toda velocidad, se peino, vistio y perfumo.

"Un Malfoy siempre debe lucir bien", solia decir su padre con una sonrisa satisfecha.

—»Baul locomotor«— murmuro deshaciendose del recuerdo.

El voluminoso equipaje floto a sus espaldas hasta el auto donde un mortifago lo metió al maletero, Voldemort no confiaba en los elfos, a su lado su madre estaba casi tan nerviosa como el, seguro por quedarse en la mansion, Draco apreto su mano en la de ella, también temia por su seguridad.

Al igual que al inicio del verano dos mal encarados mortifagos los acompañaban, según era por seguridad, pero sabia que los vigilaban y su madre también lo sabía. Llegaron a la estación tan solo un par de minutos antes de las once, su madre lo despidió con un fuerte abrazo.

—Seria mejor que este año no me escribas cariño— le dijo la mujer en voz baja, despues se separo y beso sus mejillas—. Que tengas un buen año.

—Saldremos de esto, te lo prometo — le susurro, la mujer sonrio y le aparto el cabello de los ojos antes de apurarlo a subir—. Te quiero.

Se despidio y subió al tren con la imagen de su madre forzando una sonrisa taladrando su mente y camino al compartimento que él y sus amigos siempre elegían, se detuvo de ir al vagón de prefectos pues este año tenía mas preocupaciones que la disciplina de los mocosos de primero.

—¿No te vas con los prefectos?— pregunto Blaise al verlo.

—Este año no. Tengo mas problemas que eso.

—¿Problemas como el que llamen a tu novio el elegido?— se burlo Blaise. El rubio lo hizo callar con una mirada severa Crabbe y Goyle podrían aparecer en cualquier momento.

El tren comenzó a avanzar, el clima parecia igual de desalentador que durante todas las vacaciones, paso la mayor parte del trayecto hablando con Blaise hasta que lo llamaron a un compartimento diferente con el profesor Slughorn. Había  escuchado de él por sus padres y aunque el viejo ya estaba jubilado, seguro Dumbledore lo convenció de volver a Hogwarts.

No le apetecía hablar con Crabbe y Goyle, intento dormir pero fue imposible, sacó el pergamino de anoche y lo leeyo ocultandolo detrás de un libro de historia de la magia. Estaba seguro de que hablaban de el, aunque Crabbe fingia leer un cómic. Esos dos gordinflones se habian salvado la marca tenebrosa, según Voldemort porque no los necesitaba, pero seguro lo vigilaban también.

No les dio importancia y devolvió la atención al pergamino, fingiendo interés por un mago tenebroso anterior a Voldemort, pero lo verdaderamente interesante estaba en lo que habia escrito.

Sus recuerdos se limitaban a ver su mano deslizarse automáticamente, pero ahora que lo leia, mas consciente, se encontró con un extenso monólogo de sus sentimientos; el texto comenzaba con fragmentos de libros o frases sin sentido, luego describia todo con detalle. ¿Hablaba consigo mismo o con alguien mas? Aveces escribía en primera persona y otras no, suponia que lo tipico, todo era tan cursi que se sintio avergonzado, ni siquiera sabia que sus sentimientos fueran tan fuertes.

Era muy dificil mantener un extenso rollo de pergamino oculto.


Yo no amo a Potter [~•DRARRY•~]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora