89- Celos.

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DRACO

La presion que sentia últimamente no era muy distinta a la de los TIMOS.

Para empezar los hechizos no le resultaron tan difíciles comi todos decian, era como volver a aprenderlos pero sin varita, el caso es que no solo los utilizaban en defensa, tambien en encantamientos y transformaciones; terminaba tan agotado que ni queria pensar, [...]. En segunda, la clase de pociones, que solia ser de sus preferidas,  ahora ya no era tan sencilla, Potter ponia las expectativas muy en alto, lo quería odiar por eso, pero [...]. Se pasaba desde la hora de la cena hasta el toque de queda en la sala de menesteres, buscaba la forma de reparar el armario evanecente, mientras Crabbe y Goyle vigilaban el pasillo, no tenía mas opción que dejarlos, tal vez ni siquiera lo estaban vigilando, pero no se quería arriesgar y los dejaba.

Planeaba hacer todo lo posible para retrasar a los mortifagos, fingir que estaba trabajando en el armario, pero seria sospechoso no hacer nada, intentaría un par de cosas antes de comenzar con el armario.

Algunos días después, Unquhart, el nuevo capitán del equipo de Slytherin, hizo pruebas para cazadores e insistió en estar presente en el campo, no le importaban  las pruebas. Ese mismo dia Gryffindor también tenia pruebas y Potter era el capitán,  le hervia la sangre de celos de solo pensar que un montón de novatos fortachones y tal vez bien parecidos, intentarian lucirse o hasta coquetear con él para asegurar su lugar en el equipo; en mas de una ocasión estuvo a punto de golpear a alguien, afortunadamente Blaise tambien estaba en el campo. Astoria y su grupito de amigas también estuvieron en las gradas "animando " a su novio, pero fue inútil, estaba mas pendiente del de lentes que de su propio equipo.

Cuando volvia al castillo con Astoria colgada de su brazo, sus amigas, Pansy y Blaise, solo podía  pensar en lo que hacia Potter en los vestidores , siguiéndolos por detrás, Astoria solo hablaba tonterías y cursilerías de pareja, mientras ignoraba olímpicamente a su séquito, llego la comida y su mirada fue directamente al de lentes, [...].

[...]

En cuánto le fue posible se dirigió al séptimo piso, siempre cuidando sus espaldas, paso tres veces frente al tapiz de los trolls bailando y en cuánto apareció la puerta en frente suyo entró en la sala de menesteres; fue a dónde el armario y lo miro asegurándose por centésima vez de que era igual al de Borgin y Burkes.

No tenía idea de cómo repararlo y en verdad no quería hacerlo, pero después  dé lo de hace un rato, tenía la necesidad de protegerlo, a él y a su madre. Era su obligación, aprovecho, una vez más, la soledad que tanta compañía le habia hecho durante las vacaciones y se permitió llorar.

Yo no amo a Potter [~•DRARRY•~]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora