45- Pipipote.

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DRACO

—¿Qué haces?-— le pregunto a Blaise en un susurro.

Su amigo estaba oculto detrás de un muro observando algo, todo cobro sentido cuando miro y vio a Weasley con escoba en mano y  un par de quaffles.

—Supe que el equipo de Griffyndor tendra pruebas para un nuevo guardian... Los encantamientos de Weasley son muy... débiles. Estoy encantando quaffles sin que lo sepa.

—¿Y no se ha dado cuenta?

—No, no es por ser grosero pero tu sabes que no es tan listo. Mira, el cree que sus encantamientos funcionan y es feliz, verlo feliz me hace feliz. Los dos ganamos.

—Tipico de niño enamorado— dijo después de fingir arcadas.

—Callate, tu harias lo mismo con Potter.

—¡CLARO QUE NO!— grito sin querer y llamo la atención del pelirrojo.

El sonido de los pies de Weasley al aterrizar fue perceptible gracias al silencio del pasillo, entre manotazos y empujones ambos Slytherin guardaron absoluto silencio y se pegaron tanto al muro que, de ser posible, se hubieran fusionado con la piedra. Gacias a Salazar, los gemelos Weasley distrajeron lo suficiente a su hermano como para evitar que mirase.

—¡Ron! ¿Qué haces aqui?— pregunto uno de ellos.

No lo podian ver pero se escuchaba nervioso.

—Eso es lo que yo debería preguntarte a ustedes— respondió el menor— Debería castigarlos por estar probando sus dulces de broma en los de primero.

—No seas aguafiestas— dijo el otro gemelo.

—Si Ron. Gracias a Hermione ya no podemos hacer las pruebas en la sala común.

El pelirrojo dudo un poco, pero termino cediendo.

—Esta bien, los dejare ir, pero solo porque ya casi es el toque de queda.

Los gemelos le agradecieron y siguieron su camino hacia la torre de Griffyndor, se asomaron un poco para ver si ya se habian ido pero Ron aún miraba con sospecha, apretujados y sin poder moverse no escucharon nada mas que el crepitar de las antorchas, pero la adrenalina era tal que sentian que su respiración  era muy ruidosa.

—¿Y yo por qué me escondo? Soy prefecto— dijo en un susurro.

Trato de relajar su expresión, arreglar su ropa y cabello, salio de detrás del muro y tomo a Zabini del cuello como si lo hubiera castigado, pero lo que no se esperaba fue la nueva persona que estaba con Weasley.

Potter volvia de su castigo con  Umbridge y ambos se quedaron congelados al verse, como si los dos se hubieran convertido en piedra. El de lentes parecía tan sorprendido de verlo con Blaise que se sintió raro. Sus miradas se conectaron por cinco segundos y ninguno hablo hasta que recuperaron la conciencia.

—¿Qué tal tu castigo con Umbrige?— pregunto con burla  intentando disimular lo de hace un momento.

—Cierra la boca— el contrario  trago saliva como para recuperar la voz y respondió con enojo e instintivamente se llevó la mano derecha a algo en su izquierda.

Obviamente tenia curiosidad de lo que ocultaba, pero no le iba a decir.

—Ojala aprendieras a no pelear con los maestros.

—Tu más que nadie debe saber que no estoy mintiendo, él ha vuelto y tu padre estaba ahí.

Draco le hubiera contestado de no ser porque Peeves se acerco. El poltergeist al verlos pelear empezó a flotar de espaldas sobre sus cabezas y canturreaba "Los que pelean se aman", "Pipipote esta enamorado", "Pipipote y el Huroncito se aman", "Pipipote y Huroncito", "Se quieren, se besan, se pasan el chicle, se agarran sus cosas".

Ambos se sonrojaron por la canción del fantasma y antes de que siguiera ambos siguieron su camino. Nadie le prestaría atención al poltergeist, pero internamente estaba sonriendo.

—Yo no haría lo mismo por Potter— dijo al recordar mientras bajaban a las mazmorras—, a mi no me gusta Potter.

—Claro que no, Huroncito.

Yo no amo a Potter [~•DRARRY•~]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora