— Buenos días —saludo Eren montado en su caballo.
— Buenos días, joven Jaeger —respondió Thomas mientras abría la reja de la mansión.
El caballo entró y la reja fue cerrada tras ellos. El rubio se acercó y tomó las riendas del caballo mientras Eren baja de este. Han pasado un par de días, la lluvia ha pausado, sin embargo el cielo sigue siendo gris y el viento cada vez un poco más helado mientras las hojas caen secas, el otoño comenzó.
— Parece que descansaremos un poco de la lluvia —comenta mientras caminan por el sendero de piedra.
— Es un alivio —dijo tras un suspiro—. Por cierto, su área de trabajo cambió, joven Jaeger.
— ¿A qué te refieres? —cuestiona enarcando una ceja.
— La señorita Vinna salió de su habitación poco después de que usted se fue... ella repentinamente pidió que movieran la escultura a la casa de cristal en el jardín.
— ¿Casa de cristal?
Thomas asintió con la cabeza.
— Sígame.
Tras dejar al caballo en el establo, Thomas guió a Eren a la parte trasera de la mansión, aquella parte a la que nunca había ido antes. Al fondo del jardín la vio, la casa de cristal. «Es incluso más grande que donde yo vivo...» pensó impresionado de los costosos caprichos de la nobleza. Todo está hecho de cristal, se podría ver perfectamente hacia adentro si no fuera por la cantidad enorme de plantas en el interior.
— El joven Jaeger ha llegado —anunció el rubio tras chocar suavemente sus nudillos contra la puerta de cristal abierta.
— Gracias, Thomas —se escuchó la voz de Vinna entre las plantas.
El sirviente le hizo señal a Eren para que pasará y cuando lo hizo cerró la puerta de cristal. El castaño siguió el sendero de piedra, llegando al fondo de la casa de cristal, donde su escultura le esperaba. La mesa de fina madera también fue movida así como todas sus cosas, y a un costado, un viejo piano de cola reposa entre las plantas, y junto a este la mujer de cabellos cereza.
— Buenos días —saludó ella de pie, abrazándose a sí misma.
— Buenos días —respondió un poco estupefacto, había algo diferente en ella pero no sabe qué es—, ¿Cómo está?
— Estoy bien —dijo con tranquilidad—, me disculpo por mi ausencia en estos días, veo que la escultura va tomando forma.
— ... sí, ¿le agrada lo que ve?
— Por supuesto, ¿Cuánto tiempo cree que tardará en terminar?
— Aproximadamente un mes. Trabajo a un ritmo bastante tranquilo.
— Lo sé, se toma su tiempo. Exigí sumo cuidado al momento de traerla aquí, me aseguré de que haya llegado intacta.
— ... Gracias —dijo vagamente, vacilando por un momento pero decidió preguntar— ¿Puedo saber por qué la movió de lugar?
— Cambié de idea en estos días... este lugar es...
— Señorita Vinna —se escuchó el llamado tras unos suaves golpecitos al cristal—, la costurera ha llegado.
La pelirroja chasqueó la lengua.
— Lo dejaré trabajar cómodamente —dijo a modo de despedida, caminando hacia el sendero de piedra. Eren la sigue con la mirada, inquieto.
— ¿No quiere hablar? —cuestionó bajo impulso. Vinna se dió media vuelta y le miró interrogante a sus ojos esmeralda— Más tarde, ¿no quiere... hablar?
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Girar en el vacío : Eren Jaeger
FanfictionEren sabía bien lo que quería así como lo que podía tener. Se dejó cautivar por la rosa roja llena de espinas, una belleza que él no debía tocar, solo podía observar, y lo hizo. Lo hizo tanto que conoció cada defecto y virtud, quedando embelesado. S...