Eren sabía bien lo que quería así como lo que podía tener. Se dejó cautivar por la rosa roja llena de espinas, una belleza que él no debía tocar, solo podía observar, y lo hizo. Lo hizo tanto que conoció cada defecto y virtud, quedando embelesado. S...
Su vida fue miserable, conocía perfectamente el desprecio de la sociedad, el ser visto como un objeto de trabajo, un hombre sin libertades condenado a vivir para los nobles. Grisha podría ser uno de los hombres que más detesto a la clase social alta, uno de los rebeldes que se ensuciaba las manos para luchar por su derecho a vivir. Él tenía un deseo en su corazón, era ayudar a los demás, salvar vidas y buscar una equidad social, lo tenía muy marcado desde niño, ¿la razón? había visto morir a su hermana pequeña, la vio enfermar y ser consumida hasta ser solo huesos y piel. Vivían en uno de los sub-estados de María, en el más pobre de hecho, no hubo forma de salvarla. Es por ello que Grisha se convirtió en doctor, recorriendo un camino complicado, pero logró hacerse con el título de Doctor Grisha a pesar de no tener un apellido.
Sin embargo, la vida lo había hecho retorcido. Una enfermedad se expandió en Sina y parte de Rose, los nobles estaban muriendo y los doctores de la clase alta no sabían cómo lidiar con esa enfermedad, hasta que llegó él, casualmente con la cura. Entre el pánico causado por la cantidad de muertes, nadie se cuestionó porque alguien como él fue capaz de crear un tratamiento. Muchas familias nobles perecieron por la enfermedad, las demás fueron salvadas por Grisha, entre ellas la familia Fritz, los próximos sucesores al trono. Por coincidencia o destino, quien sería el prometido de la hija de los Fritz falleció enfermo y Dina se fijó en Grisha, el salvador de los nobles.
Fue de los pocos matrimonios donde había amor de por medio y no solo era un matrimonio arreglado por los padres y su conveniencia. Grisha obtuvo el apellido Fritz y un hijo, con ello el mundo enteró se olvidó de donde provenía. Unos cuantos años bastaron para que Grisha perdiera de vista sus ideales, se había transformado en otro hombre por influencia de los lujos, las joyas, el respeto y su arrogante esposa. Pero tenerlo todo y perder tu propósito hace de la vida una rutina y la rutina se convierte en aburrimiento. Ser un buen padre no estaba en sus planes, Grisha desconocía tal papel, pero ser un esposo infiel fue algo que hizo bien, jugar con la ingenua Carla fue algo entretenido para él, fue su manera de romper la rutina hasta que la herencia de la corona se aproximó.
Grisha, el hombre nacido en la miseria, había alcanzado la corona. Corrompido por completo por el apellido Fritz.
Grisha heredó perfectamente las tradiciones familiares, quedarse en el trono un par de décadas, tener descendencia, heredar la corona a su hijo mayor, casar a sus hijas y asegurar la perdurabilidad de la sangre Fritz. No había nada complicado con ello, hasta que su hijo creció, con nulo interés por la corona, una introvertida personalidad, y un cuerpo y mente débil.
Zeke fue el orgullo de Grisha cuando nació, pero la mayor decepción cuando creció.
Creyó que Zeke era su mayor problema, pero entonces él apareció. Durante la ceremonia del vigésimo primer cumpleaños de la prometida de Zeke, Eren Jaeger, el escultor que había estado trabajando para Vinna Frik las últimas semanas, estaba sentado al fondo, observando como un animal salvaje observaría a una manada de animales domesticados, con cierta burla y asco, sin miedo y con rencor.
No había porque pensarlo mucho, era la viva imagen de Carla, la camarera que desapareció estando embarazada, no le había dado importancia porque creyó que posiblemente era hijo de alguien más, aunque Carla asegurará que solo se acostaba con él. Ahora estaba claro, ese hijo bastardo es suyo, y había regresado por venganza.
Por lo menos es así en la paranoica mente de Grisha, un hombre que en el fondo no es más que un cobarde con miedo a ser nadie de nuevo.
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La alfombra de la biblioteca manchada de sangre, el sonido de los golpes, los gritos enfurecidos, el cruel sentimiento de inseguridad bombeando su corazón, los ojos llorosos y el dolor en el cuerpo, tal como en aquellos años. Ha pasado tiempo desde que su padre le dio una paliza. Hacía mucho que dejó de llevarle la contraría a su padre, sin embargo, la petición que esta vez ha hecho es simplemente inaceptable.
— ¡Vas a matarlo! —gritó— ¿Qué acaso no eres un hombre? ¡Vas a ir y matarás al hijo de puta que se está acostando con tu prometida!
— ¡No puedo hacer eso! —gritó desesperado, de rodillas en el suelo con la sangre escurriendo de su nariz y boca, mirando hacia abajo.
— Esta seduciendo a esa maldita idiota, ella va a dejarte ¿y que crees que pasará con nosotros? ¿Quieres ser la burla del país entero? ¿Eh? ¿Quieres que tu madre viva eso durante el embarazo?
Zeke frunció el ceño y se atrevió a mirar a su padre.
— ¿E-embarazo?
— Así es —dijo jalándolo de los cabellos, mirándolo como un demente—, tendrás una pequeña hermana, así que empieza a comportarte como un hombre y ve y mata al cabrón que está tratando de arruinarnos.
Pero Zeke no lo comprendía, ¿por qué Eren querría arruinarlos? ¿No estaba enamorado de Vinna? No podía creer eso, de ser así, Vinna se habría dado cuenta, ella no es tonta, no se habría enamorado de un hombre que solo la está utilizando. No importaba que Vinna se acostara con él, se casarán de todas formas y heredarán la corona, ¿Cuál es el problema entonces? ¿por qué su padre quiere que lo maté? E incluso si las palabras de su padre son ciertas, no podría hacerlo, no podría matar a Eren Jaeger.
— No lo haré —dijo con seguridad, pero preparándose para ser golpeado aún más, temiendo incluso por su vida—, no puedo matar al hombre que Vinna ama, no puedo hacerle eso a ella.
Grisha lo miró en silencio por un momento y comenzó a reír. Se puso de cuclillas y jaló del cabello a Zeke hacia atrás.
— Tú, maldito hijo idiota —nombró con burla— ¿Crees que no lo sé? Lo que has estado haciendo los últimos meses, tú y esa estúpida sirvienta —y aquella última palabra paralizó a Zeke por completo. Grisha apretó su agarré y le observó amenazante—. Si no lo matas, le cortaré el cuello a tu puta sirvienta de mierda, ¿quedó claro? —Zeke estaba mudó, mirando a su padre con las lágrimas recorriendo sus mejillas lentamente— ¡¿Quedó claro?!
Zeke no sabía que responder.
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Como me cae mal Grisha en esta historia.
En un inicio mi plan era enfocarme en la historia de Vinna, Eren, y Zeke, pero no me gustaba escribir sobre la manipulación y el maltrato que Zeke recibía, así que decidí no meterme mucho en eso, aunque hubiera sido mejor para el desarrollo de la historia, pero bueno, no me gusta escribir mucho sobre Grisha y el horrible padre que es.
Me gustaría traer una historia donde los Jaeger se lleven bien y sean una familia bonita, pero de momento no existe xD.
