Lo ví marcharse en medio de la oscuridad de la noche, lo seguí pero me detuve en la entrada de la casa de cristal, no me atreví a dar un paso más. No tenía porqué hacerlo. Fue mi idea al final de cuentas, fui yo quien dijo que quería algo específicamente físico, sin sentimientos de por medio, y siendo sinceros un futuro juntos no es posible. Es absurdo siquiera imaginarlo, ¿no?
Sin embargo, lo recordaré el resto de mi vida, cada vez que vea esta escultura, cada vez que me vea a mí misma tallada en mármol, cada vez que observé mi rostro oculto tras un velo adornado con una corona de flores sobre mi cabeza. El detalle es irreal, es como ver una tela sobre mi rostro, pero no existe tal cosa, es mármol tallado finamente, y una expresión perdida en la nada, una expresión de felicidad vacía. La figura de mi cuerpo es como verme en un espejo, desnuda, solo cubierta por una fina tela que resbala por mis hombros, dejando expuesta mi espalda.
Entonces lo entendí, cubriste mi rostro para no tallar mi expresión triste, mi felicidad vacía luce hermosa bajo un velo y unas flores, adornaste mi tristeza para que nadie más la note. Mantienes ocultas las partes más íntimas de mi cuerpo con la fina tela, pero hay un juego provocativo que resulta inquietante y encantador. Hiciste a una mujer triste oculta en su belleza, ¿Cuál es exactamente tu mensaje?
— No imagine que tuvieras un romance con tu escultor —escuché de pronto, a unos pasos de mí. Dirigí mi mirada hacía él y lo observé con sorpresa.
— Zeke... ¿Qué haces aquí?
— Padre dijo que es patético que el prometido esté sentado solo mientras la mujer se desaparece, ya sabes como es, me dijo que te buscará si es que soy hombre.
— Lo siento —dije sinceramente. Zeke cortó la distancia entre nosotros.
— ¿Estás bien? —cuestionó con suavidad. Esa pregunta derrumbo mi mundo; negué con la cabeza y los ojos llorosos, no puedo creer que estoy a nada de llorar. Me abrazó y me aferré a él— Gracias.
— ... ¿Por qué? —cuestioné con el rostro oculto contra su pecho.
— Por negarte a irte con él. Realmente temí por mi vida cuando escuché su conversación. Y lo siento, por todo esto, sé que no es fácil para ti, te entiendo perfectamente... aunque yo jamás me atrevería a llegar tan lejos.
Fruncí mi ceño y alcé mi mirada, nos separamos un poco, aunque sin soltarnos por completo. Sentía mis mejillas húmedas y una sensación de vacío.
— ¿Acaso tú...? —vacilé, secándome las lágrimas, pero él asintió con la cabeza— ¿Qué? ¿Desde cuándo, quién?
— Hace casi un año... —dijo desviando la mirada, algo tímido— la nueva sirvienta... nos escribimos pequeñas notas en secreto.
— ¿Solo notas? —cuestioné algo incrédula.
— ... Nos hemos visto a escondidas algunas veces.
Mi mente ahora era todo un lío.
— ¿Por qué nunca me dijiste?
— No sabía cómo ibas a reaccionar, pensé que te molestarías por arriesgarme así, pero ahora veo que sigues siendo tan aventurera como siempre, Vinna.
— Fue un error, no debí proponerle nada... Tú por lo menos puedes tenerla cerca, lo de nosotros es imposible por nuestra situación y personalidades.
— ¿Personalidades? —cuestionó enarcando una ceja.
— Eren detesta la clase alta y es muy impulsivo. Ambos lo somos. Él tiene una vida allá afuera, no puedo poner en riesgo todo eso, es mejor así.
Y sin darme cuenta mis mejillas se humedecieron de nuevo, mis lágrimas resbalaron por mi piel, pero Zeke detuvo su paso al tomarme de las mejillas y me miró a los ojos.
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Girar en el vacío : Eren Jaeger
FanfictionEren sabía bien lo que quería así como lo que podía tener. Se dejó cautivar por la rosa roja llena de espinas, una belleza que él no debía tocar, solo podía observar, y lo hizo. Lo hizo tanto que conoció cada defecto y virtud, quedando embelesado. S...