Jon

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*Jon

Debería estar contento pero no consigo sentir felicidad en su sufrimiento.

Me alegro que por fin haya terminado con ese estúpido de Isra pero, me jode demasiado verla tan apagada y triste. Bueno no es que cuando estaba con él ella fuese mucho más feliz, pero al menos estaba algo menos apagada, quizás más tranquila.

Realmente no sé si es que amaba tanto a ese tipo que su ruptura le ha dejado así de mal o quizás es que está todavía algo desconcertada por los cambios, debe ser duro de la noche a la mañana tener que cambiar tus rutinas, tu vida, tu casa...

Total, no sé porqué no puedo sacarla de mi cabeza. Intento con todas mis fuerzas evitarla, si ese novio que tenía no le convenía, seguro que yo menos, estoy más jodido que ese personaje.
Pero jamás la trataría como en muchas ocasiones he visto que ese mal nacido le ha tratado.

Aún recuerdo aquella tarde cuando pensaban que no había nadie en la pastelería, ella estaba por cerrar y el apareció a recogerla, le increpaba porque se demoraba mucho, le gritó, la insultó y pude escuchar como ella acababa llorando... Tuve que conseguir reunir toda mi fuerza de voluntad para no salir de la oficina y partirle la cara a ese gilipoyas.
No es mi vida, no soy nada de ella, no podía interferir así en su vida. Joder, la he tenido que ver tantas veces con ojeras y ojos llorosos por culpa de Isra, he oído muchas confesiones que le hacía a mi hermana, definitivamente el no la trataba como merecía, no la valoraba. Y lo peor es que ni siquiera ha sido ella quien lo ha dejado ¿Porqué cojones seguía tan atada a ese inservible? Eso me enoja demasiado, a veces pienso que ella no es consciente de lo mucho que vale, es tan divertida, creativa y joder tiene la cara más bonita que haya visto en toda mi maldita existencia, es preciosa en una forma única.

Debo arrancarla de mis pensamientos, lo último que necesita ahora es más confusión en su vida, y yo estoy demasiado enfocado en mi trabajo, eso es justo en lo que debo de centrarme. A parte del negocio de mi hermana, mis otros negocios me absorben demasiado, me siento muy responsable, llevar a cuestas el empleo de tantas personas es agotador.

— Vamos Jon, solo un trago, hace siglos que no salimos a tomar nada, y últimamente permíteme decirte que estás más cabrón que de costumbre.

Mi socio Tony me empuja de mis pensamientos mientras gira en la silla con ruedas de su despacho.

— No puedo Tony, tengo aún asuntos por hacer, además debo pasarme por la pastelería a soltar unos documentos que mañana necesitará mi hermana. - digo con ánimos de que me deje en paz.
— Dios, si estás mal te he llamado cabrón y ni siquiera me has amenazado, te dignas a contar qué mierda te pasa.
— No me pasa nada, y no sigas tentando, si lo vuelves a repetir créeme que no te daré otra oportunidad de salir con vida de aquí. - intento usar tono amenazador.
— Ufff vale, vale, vale... que haya paz - alza sus manos en forma de rendición y no podemos evitar acabar riéndonos.

Tony es un amigo fiel, me ayuda mucho en los negocios y creo que se preocupa por mi casi como un hermano, pero no me siento preparado para contarle lo que me ocurre con Farah, no se lo he contado a nadie, ni siquiera a mi hermana Nadia.
Creo que si lo digo en voz alta, ya no habrá marcha atrás, retener este sentimiento dentro aunque me envenena, es lo mejor que puedo hacer por ahora.

Estaciono el coche delante del local y suspiro, realmente estoy agotado, casi más mentalmente que físicamente. Tiro de mi corbata e intento aflojar el nudo, respiro hondo y salgo del coche.
La luz de la pastelería está encendida y se oye música, pienso que quizás mi hermana aún está dentro organizando cosas. Abro la puerta y sigo la música, pero esa voz... es Ella.

No puedo evitar apoyarme en el marco de la puerta y observarla, baila de un lado a otro y canta como si esa letra de la canción le estuviese arrancando el alma. La canción dice algo de que la "salven" y ojalá poder protegerla, que nadie le hiciese más daño, verla sonreír así a todas horas.

De repente se gira y a sus mejillas llega un tono rosado que la hace más bonita, como si eso fuese posible. Dios.
Una sonrisa asoma en mis labios que acaba convirtiéndose en una carcajada.

— Dios santo Jon, me has dado un susto de muerte - dice entrecortadamente.
— No deberías parar, estabas disfrutando de verdad ese llamado de emergencia s.o.s. - y otra vez no puedo remediar sonreir, es adorable.
— Pensé que no habría nadie a esta hora, tu hermana hace rato que se fue.
— Lo sé, vengo a dejar unos documentos, yo tampoco pensaba que habría nadie.
— Vaya lo siento, ya casi me iba. - Su tono de voz suena molesto al decir esto. ¿Y ahora porqué se enfada?
— Nada de eso, la verdad me alegro que estés aquí, hubiese sido muy descortés de mi parte no despedirme de ti antes de irte de vacaciones. - digo en un intento de suavizar su tono.
— Porfavor no me preguntes que haré en vacaciones, hoy ha sido la pregunta favorita de todos.
— Me quedaré con esa duda entonces, aunque espero que realmente disfrutes. - digo aunque me muero por saber que hará este mes.

La voy a extrañar, aunque haya intentado evitarla, aún así me he permitido observarla de vez en cuando, pasar todo un mes sin saber cómo estará me fastidia.

Mi cuerpo se mueve solo hacia ella atraído como un maldito imán. Me matan las ganas de besarla, pero su cara de confusión me grita que no debería hacerlo. Me rindo y solo consigo besarla en la mejilla. Y de golpe se marcha hacia atrás, y pienso que la he fastidiado, seguro.

Así que simplemente la imito y opto por alejarme de ella antes que pueda hacer alguna locura.

— No te olvides de mi durante tus vacaciones, voy a echarte de menos. - digo casi suplicante.

Huyo de esa habitación como un jodido cobarde, no sé qué diablos acabo de hacer, su cara confusa se acaba de grabar en mi mente y me fastidiará por días, me conozco.
Ya en el coche solo consigo respirar con desgana y arrancar rápido.

Al llegar a casa la oscuridad me recibe, como siempre. Inmediatamente entro a la ducha, y dejo que el agua caliente me relaje los músculos mientras intento ahogar mis pensamientos.

No sé en qué momento Farah pasó a importarme tanto, pero realmente me gusta, no suelo actuar con cobardía en mi vida, en los negocios... Por eso me fastidia tanto ser tan miedoso con estos sentimientos hacia ella.

Salgo de la ducha y me recuesto en la cama. Ojalá ella aquí y ahora, conmigo.






















Hola! Qué os ha parecido este punto de vista de Jon? Le da un pequeño enfoque de cómo será la relación entre Jon y Farah.
La historia irá entre los puntos de vista de Jon, Farah y otro personaje que está apunto de aparecer... Tienen ganas de conocerlo? Espero que sí!
Gracias por leerme 🥰

Besos Dulces 😘

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