Beneficios

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Jon*

Podría decirse que mi plan ha resultado todo un éxito. Estoy en el coche viendo por el espejo retrovisor cómo Jayden y Farah discuten. Farah se va casi diría que corriendo y él se queda plantado viendo cómo ella se aleja.
No disfruto en absoluto hacer sufrir a Farah, tengo sentimientos contradictorios. No quiero ser un aprovechado, pero en esta ocasión intentaré aprovechar cualquier resquicio de ventaja.

Suena mi teléfono, y veo que es Mimi, ahora tengo su número grabado. Olvidé por completo llamarla.

- Buenas Mimi, perdoname por no haberte devuelto la llamada, he estado muy liado en el trabajo, perdón.
- Hola Jon, no te preocupes, siento ser tan insistente pero el próximo fin de semana es el evento benéfico del que te hablé.
- Claro, cuéntame más, aunque estoy seguro que mi hermana estará tan dispuesta como yo a ayudar.
- La causa es simple, recaudamos para ayudar con tratamientos que los planes de salud no cubran, no te imaginas el número de familias que no pueden costearse algunos tratamientos.
- Imagino, y en qué podemos ayudar.
- Habrá varios puestos, será un pequeño mercado benéfico en el parque grande, aquel a las afueras del centro.
- Sé de qué parque me hablas.
- Estupendo, podríais aportar algunos postres, galletas o tartas que podamos vender y lo recaudado será para la causa.
- Sin duda, cuenta con nosotros. El tema de productos y cantidades debería consultarlo con mi hermana, ella es la repostera y supongo que ella podría saber mejor que yo todo ese asunto.
- Gracias, sabía que podía contar contigo.
- ¿Ah sí? ¿Cómo sabías?
- Intuición.

El tono de la llamada comienza a desviarse del camino y a ratos parece que Mimi está coqueteando conmigo. Ahora mismo solo tengo cabeza para Farah, pero imagino que ella solo la tiene para Jayden.

- Sigue en pie lo de vernos y así trazar mejor toda la colaboración benéfica.

Mimi plantea vernos y realmente dudo qué responder. No miento si pienso que no me importaría repetir lo de aquella noche. Sexo sin más. No tengo claro sus intenciones pero creo que con ella ser directo funciona.

- No necesitas excusas, si quieres follar simplemente dilo. -las palabras salen de mi boca casi por impulso.
- Lo tomaré como un acto benéfico más.
- ¿Y quién sería el beneficiado?
- Ambas partes podrían resultar muy beneficiadas.

Admito que la enfermera sabe jugar y eso me calienta.

- Te mando ubicación.

Terminamos la llamada, tal y como dije le envío la ubicación de mi apartamento.

Llego a casa, pongo algo de música me doy un baño y me dispongo a abrir una botella de vino, pero suena el timbre de casa.

- Tremendo recibimiento.

Dice divertida mientras me ve con la copa de vino en la mano y sólo con una toalla agarrada a mi cintura.

- No sabía que podías telestransportate... No me ha dado tiempo a vestirme para la ocasión.
- Bueno, no vivo muy lejos y no necesitas vestirte para la ocasión, simplemente desvestirse.
- Entonces llevo ventaja porque tú estás muy vestida.
- Tiene solución.

La castaña hace a un lado su abrigo y comienza a desabrochar su camisa. La observo mientras doy otro sorbo a mi copa de vino. No puedo negar que está estupenda, sus pechos sobresalen del sujetador y joder, ya me tiene duro sin tocarme.

Continúa bajando su falda, lleva un conjunto de lencería que hace resaltar su piel morena. Aunque me pone caliente sus juegos, ya quiero follarmela duro sin más rodeos.

- Empate.

Dice refiriéndose a que ambos solo tenemos una prenda de ropa.
Suelto la copa de vino, y hago caer la toalla.

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