*Farah
Vuelta irremediable a la Rutina, sábado y domingo fueron días frenéticos. Simplemente ese es el ritmo de mi vida en estos momentos. Todo me ocurre de golpe.El ruido de la lluvia golpeando con sus gotas en el cristal del coche me hacen relajarme por unos instantes. Aún está oscuro y para ser todavía verano, la mañana resulta inusualmente fría. Recuesto mi cabeza sobre la ventanilla y deseo que el camino al trabajo sea eterno.
Por primera vez en mucho tiempo no me apetece ir a trabajar. La situación con Jon me estresa de sobremanera.- Parece que la lluvia está cayendo más fuerte todavía.
Dice Jayden mientras activa el limpiaparabrisas. El ruido de las varillas sobre el cristal me resulta tan molesto que provoca que me remueva en el asiento.
- También parece que alguien odia los Lunes.
Le dedico una mueca de desgana, aunque el me responde con una sonrisa que hace iluminar este maldito día gris.
Jay ha insistido en acompañarme al trabajo y sinceramente, lo agradezco, cada segundo que pueda aprovechar a su lado en estos momentos me parecen oro.Llegamos a la avenida dónde se encuentra la Pastelería e irremediablemente siento que el estómago se me encoje. Ansiedad.
- ¿Quieres que te acompañe dentro?
- No hay aún dulces preparados Jay, no te compensa acompañarme hasta dentro de la pastelería. -añado en tono de burla. - Igualmente gracias.Él sonríe y acerca su mano a mi mejilla.
- Tú eres mi dulce favorito.
Dice mientras me busca con la mirada.
Jay está siendo realmente paciente y adorable y yo le estoy pagando esta mañana con un humor de perros, así que intento suavisar el ambiente.- Vikingo, gracias por este fin de semana, te necesitaba. Tanto, que ahora me está costando despedirme de ti.
- Bueno, no es una despedida muy larga. Tu encargate de preparar unos deliciosos pasteles, yo me encargaré de curar unas cuantas rodillas raspadas. Y en unas horas nos volveremos a ver.Su tono de voz es tan pausado que hace que el dolor de estómago que llevo sintiendo desde que llegamos a la puerta de la pastelería, se calme un poco.
- ¿Me lo prometes?
- Preciosa, ahora oficialmente eres mi forlovede, así que no te librarás de mi.
- ¿Qué significa forlovede?Digo intentando imitar la palabra igual a cómo el la ha pronunciado, lo que provoca una amplia sonrisa que hace que muestre su dentadura. Su perfección me parece irreal cuando sonríe.
- Significa Novia, eres mi Novia.
- Soy tu novia y eso suena genial.Jayden me da un beso que hace que todos los recuerdos de ayer se agrupen en mi mente. Me enciende tan fácil como a una cerilla, sus labios son gasolina y solo aviva el fuego.
- Que tengas un buen día preciosa.
- Igualmente Dr. Vikingo.
- Te quiero Farah.Sus cristalinos ojos se clavan en los míos buscando ansioso una respuesta a ese te quiero, y sin duda la encuentra.
- Te quiero Jayden.
Salgo apresurada del coche, evitando empaparme los pocos metros que separan el coche de la puerta de la pastelería, pero fracaso y estoy realmente empapada.
Una curiosa Nadia me recibe espectante.
- Porfavor dime qué el del coche era el Dios nórdico y que os habéis reconciliado.
Su tono es casi eufórico y su risa nerviosa me arranca una tímida sonrisa.
- Si, era Jayden y si, hemos solucionado las cosas.
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El Postre Primero
RomanceCuando su pareja de toda la vida decide terminar la relación, Farah se siente totalmente pérdida. Pero todo cambia cuando conoce a Jayden, un dulce vecino con pintas de vikingo que le abrirá los ojos a un mundo nuevo de aceptación, amor y superació...