Noche de verano

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El ambiente comienza a ser más animado conforme voy llegando a la plaza que desemboca en el muelle, hay una pequeña feria y la gente está disfrutando de verdad. Hay algunas atracciones y un sin fin de puestos de dulces y golosinas.

El simple hecho de estar aquí te transporta a un estado de ánimo más vivo, es imposible no contagiarse de esta atmósfera vacacional.

El Aire algo más fresco se agradece y sin percatarme ya me encuentro en medio de la multitud. El olor a algodón de azúcar de un pequeño puesto ambulante de la feria me trae una agradable sensación, y de fondo veo un grupo de personas alrededor de alguien que está haciendo alguna clase de espectáculo.

Decido acercarme atraída por la curiosidad, y me sorprendo al comprobar que es un chico cantando. Él y su guitarra ponen banda sonora a esta noche de verano.
La gente le aplaude por la canción que acaba de interpretar y se hace un silencio después de los aplausos. Con un tono suave comienza a tocar "Gravity" de John Mayer. La música empieza a hacer efecto en mi, hay algo en su forma de cantar que me trasmite tanto.

Siento que el corazón se me acelera, el muchacho tiene algo mágico en su forma de interpretar. Es tremendamente atractivo, tiene una barba como de varios días pero muy cuidada, su pelo castaño hace algunos rulos pequeños al final de su frente y sus ojos azules son tan intensos que hipnotizan... Su voz ronca le da un tono melancólico a la canción y no sé porqué razón siento que voy a ponerme a llorar incontrolablemente de un momento a otro.

No quiero dar un espectáculo aquí rodeada de tanta gente así que intento calmarme pero cuando sus ojos se clavan en los míos, simplemente me derrumbo, ni siquiera entiendo el porqué de esta intensidad, pero no puedo más y decido salir corriendo a un lugar más apartado presa de la vergüenza y la angustia.

Desciendo a toda prisa las escaleras del muelle que llevan hacia la playa, cuando mis pies tocan la arena siento que mi cabeza va a estallar, no sé si es un ataque de pánico o si simplemente me estoy volviendo loca, pero toda esa agonía de estos meses la siento presionando la boca del estómago deseando salir.
Me alejo todo lo posible y acabo sentándome en la arena junto al mar, respiro hondo e intento calmar las lágrimas que hace rato caen por mis mejillas sin remedio alguno.

Mi corazón late como si fuese a mil revoluciones y el aire se me hace tan pesado que respirar me cuesta trabajo. Ni el frescor de la brisa del mar consigue detener este sofoco que siento salir de mi interior.

El ruido de la gente en el muelle parece lejano, se oye como voces distorsionadas y solo el sonido de las olas rompiendo en la orilla me hacen volver a la realidad.
Siento que todo lo que tenía guardado en mi interior acaba de salir de golpe, todo ese estrés, temores, el daño que Isra causó en mi... Todo empieza a dar vueltas en mis pensamientos, simplemente el enfrentarme a mi soledad, el mirar hacia ese abismo me ha dado vértigo. Intento con todas mis fuerzas tranquilizarme, me es imposible comprender porqué me ha afectado tanto escuchar esa música, y que todo esto haya desencadenado en esta especie de ataque de pánico. ¿Porqué tengo tanto temor a mi propio destino?.

Me encuentro tan sumergida en mis pensamientos, secando las últimas lágrimas que aún recorren mi rostro y tratando de calmar mi ansiedad, que no me doy cuenta que acaba de sentarse a mi lado alguien.
Me llevo un susto de muerte cuando oigo su voz.

— Hola, ¿Estás bien?. - su voz suena calmada.
— Lo, lo, lo siento - digo con torpeza.
— Yo soy quien lo siente, te miré mientras cantaba y al ver que salias corriendo me dio curiosidad, sinceramente quería asegurarme que estabas bien- dice con tono pausado - por cierto soy Jayden.
— Me llamo Farah. - digo sin saber que más añadir.

Un pequeño silencio se hace entre los dos, no sé cómo he terminado aquí con un auténtico desconocido que debe pensar ahora mismo que soy una desquiciada loca, o algo peor quizás el loco es él.

— No quiero incomodar, ni asustarte, no soy un loco. - dice pareciendo leer mis pensamientos.
— Yo tampoco, aunque lo parezca ahora mismo - digo mientras intento secar mis lágrimas rápidamente.
— ¡Oye! ¿Tan mal canto como para hacerte llorar? Diablos. - dice mientras se lleva la mano al pecho fingiendo un dolor.
— Todo lo contrario, lo haces realmente bien.

Agradezco que no haga más preguntas, parece estar esperando que sea yo quien decida explicar que demonios hago sola en una playa de noche llorando... Y no sé porqué razón no es incómodo el silencio que se crea entre ambos, simplemente me da paz.

Después de la tormenta y de haber sacado todas esas lágrimas que llevaban meses guardadas me empiezo a sentir algo mejor, más liberada, menos oprimida.
Observo de reojo al chico que acabo de conocer, quién aún sigue sentado a mi lado con la vista fija en el mar. Su perfil parece dibujado, es realmente atractivo y sus rasgos son muy masculinos, más de cerca su cabello castaño rebela unos tonos rubios y sus pestañas se alargan enmarcando esos increíbles ojos azules.
Jayden gira su cabeza y posa su mirada en mi.

Joder me ha pillado mirándole descaradamente, y me veo obligada a decir algo para disimular.

— No siempre ando así de dramática por la vida, quiero aclarar. Solo no estoy en mi mejor momento supongo. - debe pensar que estoy fatal de la cabeza, ni siquiera sé porqué se ha quedado.
— Hey, no hay problema, sabes dicen que soy buen oyente, quizás si te hace sentir mejor puedes contarme lo que sea e intentaré ayudar, aveces quién no está dentro del problema ve las cosas con más perspectiva.
— No gracias, si no has huido aún, lo harías si empiezo a utilizarte como terapeuta. - digo intentando relajar el ambiente.
— Seguro que no, igualmente, si quieres podría llevarte a donde sea que vayas, no me gustaría dejarte aquí sola, o al menos déjame acompañarte hasta llegar de nuevo al muelle.

Observo al fondo las luces del muelle y la feria, y me asombro al comprobar que si lo dejé lejos  cuando llegué corriendo hacia la playa, pensé que había caminado menos.

— Claro, te lo agradezco.
— Pues no se hable más.

Se levanta rápidamente y se inclina delante de mí con su mano extendida en un gesto amable para ayudar a levantarme de la arena.
Observo su mano y me doy cuenta que todo su brazo está tatuado, desde la muñeca hasta donde se pierde la piel que cubre su camisa.

No sabría explicarlo pero de repente me encantaría inspeccionar todos esos tatuajes de cerca y saber el significado de cada uno de ellos. 

Al agarrar su mano una sensación de calidez me recorre el brazo como una corriente eléctrica.
Sin más palabras nos ponemos a caminar dirección al muelle.




























No se quedaron con más ganas de conocer a Jayden? Yo apuesto que si !!! Estas vacaciones están demasiado intensas y es tan solo el primer día !! Farah no sabe lo que le espera !! 😂🤦🏻‍♀️
Gracias por seguir acompañándome.
Besos dulces 🥰💋

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