Confusión

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Farah*

La alarma del móvil suena insistente. Me despierto en el sofá. No puedo creer que me quedé dormida aquí, cuántas horas he dormido de nuevo. Esto es una locura.
Al menos parece que la cabeza no me duele como ayer.

Me apresuro a hacer que la alarma deje de sonar, pero es tarde cuando mi madre aparece por la puerta, enfundada en su bata del pijama y con una taza de café en la mano.

- Buenos días hija, quisiera que hubieses dormido en tu cama, pero no queríamos despertarte.
- Está bien mamá he dormido perfecto, ahora voy a prepararme para ir a trabajar. -digo intentando parecer lo más relajada posible.
- Cielo puedes tomarte el día libre, Jon fue todo un encanto y antes de irse me dijo que podías faltar hoy.
- Ya lo sé mamá pero me hará bien trabajar, además ya me encuentro genial.
- Cabezona como tu padre, no diré más.

Sonrió mientras le quitó la taza de café de las manos, huele riquísimo.

- Gracias mamá lo necesitaba.
- Era mío, pero de nada hija. Voy a prepararme otro.

Sonrio y doy un beso a mamá mientras me dirijo a mi habitación para cambiarme de ropa.

De camino al trabajo reviso mi móvil, y ni rastro de ninguna llamada de Jayden. Dudo en llamarle, quizás aún está dormido o trabajando... O se quedó dormido, estará agotado.
Realmente no sé qué turnos tenga y no quiero molestar.
Pero me extraña que no me haya dejado ni un solo mensaje.

Una chillona Nadia me saca de los pensamientos.

- Farah por el amor de Dios, nos tenías super preocupados, es que te metes en cada lío.

Dice mientras agita exageradamente sus manos y se acerca a darme un abrazo.

- Nadi no seas exagerada y no hagas que se entere el pueblo entero, aún es muy temprano para rumores.
- Bueno siento decirte que el incidente del restaurante italiano es 'trending topic' en el barrio.

Su comentario me hace virar los ojos, aunque lo que realmente se me revuelve es el estómago de solo pensar en Israel.

- Tranquila, en un par de días habrá una nueva víctima de la cual hacer cotilleos y se olvidarán de lo tuyo.

Añade Nadia en un intento de animarme. Antes de entrar en la pastelería reviso el móvil de nuevo, y nada, ni rastro de Jayden.
Me apresuro a guardar el móvil en la maleta y ponerme el uniforme. Tengo ganas de comenzar a trabajar y distraerme de todo un poco. Enciendo el horno y comienzo a sentirme cómoda, esto es terapia para mí.

La jornada laboral ya casi está a la mitad y me han parecido cinco minutos, y llevamos ya casi cuatro horas horneando, aún me faltan unas pocas más para salir.
Nadia ha estado muy habladora y eso es genial, siempre me distrae con sus historias. Aún así no logro entender porque Jay aún no me había escrito, o quizás lo ha hecho. Tengo que comprobar si me ha llamado.

- Nadi te dejo a cargo de este chocolate, voy al baño un segundo.
- Claro, ¿Te encuentras bien?
- Si, solo será un segundo.

Me apresuro a ir al baño, rebusco en mi mochila y saco el móvil, y nada, ni un solo mensaje. Decido escribir yo.

📩 Hola Jay, cómo estás espero que hayas podido descansar imagino que no te deje dormir muy bien la otra noche, también espero que hayas tenido buen turno de trabajo en el hospital.

Envio el mensaje y espero impaciente, veo que está escribiendo y no se porqué siento tantos nervios. No tarda en responder porque el mensaje es breve.

📩Dónde estás.

No entiendo porqué Jay está tan serio conmigo, pero respondo rápidamente.

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