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REMUS
— Quiero golpearlo —escuché susurrar a Harry con la vista fija en Amelia quien se soltaba del agarre de Ronald.
Observé a la chica, prácticamente, correr hacia el límite de la Madriguera y Moony enloqueció al percibir su aroma entristecido, deseaba tanto ir trás ella, sin embargo, me obligué a centrarme en el presente al escuchar a Harry nuevamente.
— Voy a golpearlo.
Antes de que alguien pudiera reaccionar Harry se había lanzado al pelirrojo dándole un puñetazo que le hizo perder el equilibrio, Lavender soltó un grito a unos pasos de ellos, Lily y Molly se pusieron de pie inmediatamente.
— ¡Eres un maldito, Ronald Weasley! —exclamó el pelinegro empujándole—. ¡La engañaste dos veces y crees que arregalarás todo el daño con un simple "lo siento"! ¡Voy a hacer que pagues por hacerle daño! ¡Ella no merecía llorar por alguien como tú!
Bill se apresuró a ponerse frente a su hermano para evitar que Harry le golpeara de nuevo, mientras que Lily le observaba confundida; entonces procesé lo dicho por su hijo. Tenía que salir de aquí antes de que Moony tomara el control de la situación y me hiciera golpear al pelirrojo con una fuerza sobrenatural.
— ¡¿Dos veces?! —gritó James colérico apartando a Bill de un empujón y tomando a Ronald del cuello de la camisa— ¡¿Engañaste a mi hija dos veces?!
— Yo, señor Potter, le explicaré... —James lo lanzó al suelo sacando su varita.
— ¡Estoy esperando!
— ¡Es un cobarde de primera! ¡No va a decirte nada! —interrumpió Harry—. ¡Fred y George estuvieron ahí! ¡Y Ginny! ¡Ellos pueden decir lo que él le hizo a Lia!
James diriguió su mirada a los nombrados, el tipo de mirada que te advierte sobre tu próxima muerte. Lily se acercó logrando quitarle la varita y pude jurar que ella misma intentaba contenerse.
— Lia estaba con nosotros; estábamos buscando a Ronald y a Ginny para acompañar a las chicas por sus vestidos para el Baile de Graduación —comenzó Fred temeroso por la reacción de James.
— Ginny venía saliendo de la sala común, pero dijo que la última vez que vió a Ron había sido después del desayuno —siguió George compartiendo una mirada con Ginny quien tomó la palabra.
— Ronald y Lavender estaban besándose en el pasillo cerca de la biblioteca...
— ¡Ronald no estaba besándola! ¡El idiota que ven aquí estaba comiéndole la boca a Brown! ¡Sin pudor alguno! ¡Y hubiese seguido de no ser porque a Lia se le resbalaron las cosas que traía en la mano! —terminó Harry con el rostro enrojecido.
