|52| 𝕰𝖘𝖈𝖆𝖕𝖆𝖗 𝖞 𝕾𝖔𝖇𝖗𝖊𝖛𝖎𝖛𝖎𝖗

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— Pelirroja, debemos irnos, me parece que hay noticias de Amelia —apuró Blaise desde el salón de la Madriguera

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— Pelirroja, debemos irnos, me parece que hay noticias de Amelia —apuró Blaise desde el salón de la Madriguera.

— Nos citaron en la casa de seguridad, ¿cierto? —bajó las escaleras con un rubor en las mejillas— Necesitaba arreglarme el cabello, y la ropa, debido a que alguien decidió que era buena idea...

— Hace unos minutos lo estabas pasando demasiado bien con ese alguien. Apuesto a que Pansy y Harry también están llegando tarde a la reunión, no me sorprende en lo absoluto.

— Calla, moreno, solo tomaré mi bolso y podremos irnos.

La pelirroja avanzó hacia el pequeño armario a un costado del recibidor, tomó su bolso guardando la varita dentro y sonrió al encontrar una copia del pergamino que anulaba su matrimonio con Harry.

En ese momento, el estruendo de la chimenea anunció la llegada de Molly Weasley quien salió de entre las brazas verdes acompañada por los gemelos, Ginny permaneció quieta con el corazón retumbándole en los oídos mientras que Blase se apresuraba a tomarla del brazo para ocultarlos tras la columna de piedra.

La joven tragó saliva maldiciendo el haber pospuesto esa importante conversación con su familia donde confesaba su amor por Zabini, el cual era uno de los motivos de su divorcio con Harry. Y, por supuesto, el moreno no había presionado, sabía que no era el mejor momento para sostener esa conversación.

— Ginny —llamó Fred sacudiendo su ropa—, ¿estás aquí?

— No creo que esté aquí —meneó la cabeza el otro Weasley.

— Vale la pena revisar, en estos tiempos me preocupa que algo pueda ocurrirle, Marlín no lo quiera —hizo una mueca la matriarca.

— Sabe como cuidarse, nos aseguramos de enseñarla bien —guiñó un ojo el gemelo mayor.

La mujer hizo caso omiso a sus hijos cruzando la sala de estar hacia al cocina, ellos fueron detrás llamando a su hermana con la varita en alto, sin saber que la joven había arrastrado a su pareja dentro del armario, ambos conteniendo la respiración ante la ansiedad que subía por sus cuerpos.

Conforme pasaron los minutos los integrantes de la familia desistieron a encontrarle ahí, en especial Molly, quien se contenía a morderse las uñas a causa de su nerviosismo.

— Será mejor volver, la reunión comenzará pronto —insistió Fred por trecera vez.

— Es probable que Hermione tenga razón —escuchó decir a su madre preocupada—, su hermana debe estar por llegar a la reunión, o tal vez ya esté ahí.

𝐃𝐞 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐚 𝐋𝐮𝐩𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora