|21| 𝕽𝖊𝖘𝖈𝖆𝖙𝖊 𝐈𝐈

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¡Sorpresa! ¡Hay doble capítulo hoy!


— Llamaré a Moody —susurró Sirius aturdido antes de salir en busca del mencionado

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— Llamaré a Moody —susurró Sirius aturdido antes de salir en busca del mencionado.

— Iré a investigar —dijo James invocando un lumos para dirigirse a la entrada de la apertura— ¿Alguno de ustedes viene conmigo?

— James, sé que quieres encontrar a tu hija, y sinceramente también quiero eso, pero es mejor esperar a Alastor —aconsejó Frank observando a su amigo apretar la mandíbula— No hagas algo estúpido.

— Piense en su esposa e hijo, ¿cómo cree que se sentirían si usted decidiera investigar por su cuenta y algo le sucediese? —interfirió Lucius—. Piense en Amelia, a ella no le gustaría que estuviera solo.

El pelinegro cerró los ojos un momento y respiro profundo al apagar la luz de su varita y apartarse de la apertura mientras esperaban a que Moody apareciera.

° ° °

Cuando Amelia abrió los ojos le tomó más tiempo del acostumbrado adaptarse al dolor en su cuerpo. Sabía que tan solo habían pasado unas horas desde su captura, pero le parecían años con tantos momentos de tortura y despertares, pues una de las cosas favoritas de Rodolphus era torturar a las personas hasta la inconsciencia y hasta ahora lo estaba consiguiendo bastante bien ya que la chica despertaba por segunda ocasión en un lapso relativamente corto.

La chica esperó sin moverse intentando detectar algún sonido o presencia en la habitación, al mirar detalladamente se dio cuenta que se encontraba en un lugar diferente y dónde estaba tendida era una manta sobre el suelo, eso explicaba el porqué su dolor había aumentado.

Arrugó la nariz al percibir un olor fuerte, parecido a cuando una persona utilizaba demasiado perfume, el olor le hizo incorporarse al notar un toque familiar. Efectivamente no pasó mucho cuando los pasos de botas se escucharon por fuera, la puerta fue abierta de golpe y un hombre que no logró reconocer entró en la habitación cargando un bulto.

Amelia intentó ponerse de pie con la intención de enfrentar al hombre, sin embargo, él no le prestó demasiada atención cuando depósito a Ethan sobre la cama en un rincón, tampoco le miró cuando ella consiguió avanzar en su dirección, mucho menos al momento que apoyó una mano en su hombro sobresaltándolo.

— Lia, soy yo, William —susurró de forma casi imperceptible.

— W-Will —reconoció mirándole detalladamente— ¿Qué...?

— No digas nada o van a descubrirme —él acomodó a Ethan en el colchón cubriéndolo con una delgada manta aunque el niño se removía— Hay dos presos en la puerta, el otro está pegado con Rodolphus como chicle. He visto a tu padre y a Tonks, pero nos movieron hace poco, no pude dejarles una pista... Robé la varita de un preso antes de que nos trasportaran, logré parecerme a él físicamente, aunque comienzo a pensar que Rodolphus sospecha de mí.

𝐃𝐞 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐚 𝐋𝐮𝐩𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora