Capítulo 31

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Corbyn:

Seguimos besándonos a oscuras, y sentía que me estaba embriagando con su olor. Se sentía todo tan bien, y no podía separarme de sus labios.

Subimos a mi habitación y  tras muchas caricias intensas y de marearnos con tantos besos, sentí que las llaves se introducían en la puerta. Por suerte, estábamos vestidos y nada había pasado. Aún así, me sonrojé y me aparté de ella. También se veía alborotada y tuve una loca idea.

-¿Quieres conocer a mi familia?-Susurré, tomándola de las manos mientras ella me pasaba las manos por el cuello. Sus ojos se agrandaron y sus mejillas se tornaron rojas.

-¿Y qué van a pensar al verme en tu casa?

-Oh, vamos. Mi hermana sabe que me gustas y mis padres saben de ti. Y mi hermano no ha parado de decir desde que te conocí que sería más agradable que vinieras tú a casa que Chris.

-No puede ser, ¿Es en serio?-Ella enarcó una ceja con expresión traviesa después de reírse.

-Claro que sí.

Le di un corto beso en los labios y le acomodé el cabello para que no nos viéramos como si hubiésemos tenido...

-¡Corbyn! ¡Llegamos!

-¡Ya vamos!

Un cuchicheo se escuchó abajo y supe que mi familia esta preguntándose a que me refería con "vamos".

La tomé de la mano y bajé las escaleras con ella. La guié a la cocina donde estaban todos, y nos miraron con curiosidad.

-Ella es Kay. 

Mi madre sonrió inmediatamente.

-¡Kay! Corbyn nos ha hablado mucho de ti, ¿Cómo estás linda?

Mi hermana y hermano la saludaron mientras mi padre no dejaba de mirarme con picardía. Yo aparté la mirada sonriendo levemente.

-Muy bien, Señora Besson, gracias.

-Por favor, llámame Sasika. Él es Ryan, mi esposo, y seguro que conoces a Ashley y a Jordan.

-Muchísimo gusto Kay-Dijo mi padre, sonriéndole. Ella le devolvió el gesto con una de sus encantadoras sonrisas, Yo estaba controlando mis nervios. Me pregunté qué pasaría por la cabeza de cada uno.

-Kay, ¿Quieres quedarte a cenar?-Ofreció mi madre, mientras sacaba cosas de la alacena para preparar comida. Mi padre se fue al sillón y mis hermanos subieron a sus habitaciones.

-Si no es molestia, me encantaría.

Mi madre estaba encantada. Kay la ayudó a preparar la comida mientras yo la observaba embobado y de vez en cuando haciendo lo que me pedían. Mi madre le preguntó una infinidad de cosas a Kay, que ella respondía con educación y calma. 

-Yo continúo desde acá Kay, no te preocupes. Vayan, vayan-Mi madre nos empujó de la cocina y yo le sonreí a Kaitlin.

Subimos a mi habitación de nuevo y esta vez ella se dió el tiempo de observarla.

Pasó su mirada por mis guitarras que colgaban de una pared, mi escritorio, mi cama y mis pósters. Finalmente, se dirijo a la pared donde tenía mis fotos colgadas, y la mayoría eran con ella y con los chicos.

-Me encanta tu habitación-Comentó, mordiéndose el labio inferior- Capta tu esencia.

Sonreí y la abracé.

-A mi me encantas tú.

Ella soltó una carcajada y nos besamos. Cada vez que me tocaba sentía que me derretía entre sus dedos. 


Esa noche fue increíble. Después de comer, jugamos a las cartas y vimos películas junto a mi hermana y mi hermano. Y cuando fue el momento de llevarla a casa, mis padres la elogiaron hasta que se fue. 

Y qué decir de cuando volvimos, que se  pasaron hablando sobre ella y mis hermanos se empeñaron en molestarme hasta que me sonrojé.

Nunca me había sentido tan feliz.

Fallin' (Corbyn Besson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora