Fallin' (Corbyn Besson)

Capítulo 11

Aquel fin de semana, Daniel y Lara se aparecieron en la puerta de mi casa, a las ocho de la noche, vestidos con atuendos de noche y luciendo despampanantes. Yo había decidido quedarme en casa, viendo alguna de mis películas favoritas mientras comía golosinas, algo tranquilo. Mis amigos querían salir aquella noche, pero en el grupo de instagram les había repetido varias veces que no iría. Por lo que me sorprendí muchísimo cuando Daniel y Lara entraron como si nada.

-¿Todavía no te arreglas?-Me preguntó mi mejor amigo, evaluándome de pies a cabeza. Yo llevaba un top blanco deportivo y mis pantalones de pijama con puntos rosas, además de llevar mis pantuflas. Lara llevaba un vestido morado oscuro, ceñido hasta unos centímetros arriba de la rodilla y el pelo suelto. Daniel llevaba una chaqueta de cuero negra, debajo, una polera de tirantes blanca, jeans también negros y botas.

-Chicos, ya les dije que no iría. No me quiero arreglar...

-¿Por qué?-Lara me hizo ojos de cachorrito. Pasé por su lado sin mirarla y me amarré el cabello en un moño bajo y suelto.

-Porque, quiero estar tranquila por sólo un fin de semana... sin salir.

-¿No lo pasas bien con nosotros?-Preguntó Daniel, mientras se recostaba en el sillón y me robaba un puñado de M&M's.

Me senté a su lado y Lara jugueteó con mi pelo.

-No es eso. Ya les dije porqué.

-Como no vengas con nosotros hago que entre Corbyn. Ya sabes lo insistente que puede llegar a ser.

-¿Corbyn está afuera?-Pregunté, atónita.

-Todos están en la camioneta de afuera, nena. Les dijimos que entraríamos a convencerte de que vinieras.

Me llevé una mano a la cara, con cansancio.

-¿Me estas diciendo, que todos me están esperando afuera?

Mis amigos asintieron y Daniel volvió a sacar M&M's de mi bol con golosinas.

-Piénsalo, nena. Hemos venido hasta acá sólo por ti, ¿Como para que nos dejes botados? ¿Sin ir?

-Qué manipuladores que son, ¿Eh?-Les reproché, mientras subía las escaleras, ya derrotada. "V de venganza" tendría que esperar.

Lara y Daniel chocaron los cinco y yo me dirigí a mi armario. Tenía un montón de vestidos, pero casi todos eran para el día. Excepto un par que tenía en mente. Saqué uno azul marino, con tiras finas en los hombros y que me llegaba por encima de la rodilla. Me peiné un poco el pelo y me retoqué los ojos con un poco de delineador. Me prometí que volvería temprano, porque, le estaba siendo muy poco fiel a las cosas que quería hacer y a mis promesas. Lo cual no decía demasiado de mí haciendo una, pero bueno.

Bajé las escaleras y mis amigos ya me esperaban en la entrada. Tomé mi bolso pequeño, en el que podía guardar mi billetera, las llaves y mi teléfono. Me lo colgué al hombro y salimos de mi casa.

Todos estaban en la camioneta, incluida Ali, Eli y Christina. Me senté en el tercer asiento de atrás junto a Lara y Jonah, en la ventana. Saludé a todos cariñosamente.

-Los cinco dólares, por favor-Comentó Corbyn, dirigiéndose a Zach y hacia Ali. Ambos, junto con Jonah le pagaron a Corbyn. Él me guiñó un ojo mientras yo lo observaba, divertida. En un semáforo, Jack, que iba al volante, me explicó lo que habían hecho.

-Corbyn le apostó a Zach, Jonah y Ali de que vendrías, y ellos le apostaron a Corbyn que no. Al parecer nuestro rubio favorito tenía razón-Se rio mientras comentó lo último y a mi se me contagió la risa. Luego pasamos a escuchar algo que nos decía Christina, y en medio de eso, llegamos a la casa de Milena Stevens, la organizadora de la fiesta, como me habían dicho. Nos bajamos del auto y Jack lo fué a estacionar. Había muchísima gente, más de la que yo hubiera visto en cualquiera otra de las fiestas a las que había ido con mis amigos. Muchos rostros no se me hacían en absoluto familiares, pero al ir avanzando tomada del brazo de Lara, cuando nos separamos el resto, identifiqué a Avani y Anthony. Los saludé y me sonrieron amistosamente. Sin embargo, yo tenía bastante nerviosismo, porque tampoco es que fuese la persona más social del mundo, y las fiestas a las que yo salía siempre me quedaba con los chicos y las chicas, o bien nos juntábamos sólo nosotros.