Obsequio

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Hannibal estaba a punto de salir por la puerta con el mayor silencio posible cuando una voz detrás de él se lo impidió.

—¿Dónde vas?

Se volteó, encontrándose a Will apoyado en la muralla.

—Atenderé algo personal y regreso, no tardo

Esa era la primera interacción que tenían a solas desde la noche anterior.

—Brianna preguntará —se excusó Will, ocultando que el interesado era él.

—Y le dirás qué atiendo algo personal y regreso, que no tardo

Will tragó saliva, como tragando toda la rabia que quería soltar en garabatos —¿Seguimos teniendo asuntos personales, Hannibal? Creí que eso había quedado en América

—O en la cama —susurró Hannibal tapando lo que acababa de decir con el chirrido que la puerta de madera hacía al abrirse.

—Hey —Will se acercó increíblemente rápido e impidió con su brazo que la puerta continuara abriéndose —No oí eso

—Era la idea, ahora déjame pasar por favor

Will clavó sus ojos azules en los mieles del doctor y luego retiró lentamente su brazo —Regresa antes de la cena

—Lo haré

Iba caminando hacia el auto cuando reconsideró su plan. Quizá el estado de excitación le había hecho pensar mal, hasta actuar por puro impulso. Esa no era la forma en la que él hacía las cosas y no podía estar tranquilo. De todas formas se metió dentro del carro y una vez dentro se detuvo de nuevo en sus pensamientos cuando estaba a punto de echar la llave. No se sentía correcto.

Salió del auto y caminó de regreso a la casa, sin hacer ningún ruido. Caminó hasta una pequeña esquina y tomó el teléfono fijo, luego marcó un número y esperó paciente a que atendieran la llamada.

"¿Sí?" Una voz en español se escuchó del otro lado de la línea.

Hannibal apartó el teléfono de su oído y aprovechó de limpiarse la garganta, para luego responder también en español "Buenas tardes" dijo con dificultad en la letra erre, "¿Hablo con el dueño de la ferretería?"

"Se lo comunico enseguida" Hannibal esperó un momento hasta que una voz grave le habló "Habla el dueño, qué quiere". La persona detrás del teléfono sonaba molesta, como si le hubieran interrumpido de algo importante. "Lamento si estoy molestando" intentó disculparse Lecter, no muy seguro de de la conjugación que había ocupado, "Estaba comiendo" respondió el otro. Hannibal no habló inmediatamente, pues estaba intentando controlar el desagrado que esa persona le causaba. "I was wondering if you had zinc plates available?" Tuvo que preguntarle en inglés, pero para su conveniencia el hombre le respondió en su idioma sin problemas "We do, how many do you need?", "About 7 or 8" dijo lanzando números aleatorios, "For today?", "Yes, but... Do you do delivery?", "No sir, you must pick them up at the store". Hannibal meditó un momento y volvió a hablar "Any way we can come to an agreement? I could pay for the delivery and also the gasoline..." El señor detrás del teléfono se tomó un minuto para pensarlo y luego agregó "It still depends on where you live".

Lecter le dio la dirección exacta y luego acordaron juntarse en un punto medio, pues el domicilio de Hannibal era demasiado apartado. Lecter sonrió, agradeció la cortesía y se despidió en español, sin borrar la sonrisa de su rostro aún después de colgar la llamada.
Observó a su alrededor para verificar que ni Will ni Brianna hubieran oído la conversación y luego salió en busca de unas herramientas, las que trasladó hasta el auto en una caja. Frente al maletero abierto y apoyando un brazo en él, se llevó la otra mano a la cadera mientras miraba con atención la caja antes de cerrarla otra vez. Sentía que algo le faltaba, pero no podía recordar qué. Finalmente lo supo y volvió a entrar cautelosamente a la casa. Al salir venía con una grande llave inglesa en su mano que no se molestó en siquiera meterla a la caja, sino que cerró el maletero y llevó la llave de copiloto a su lado.

𝗠𝘂𝗿𝗱𝗲𝗿 𝗛𝘂𝘀𝗯𝗮𝗻𝗱'𝘀 |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora