Llegada la noche se separaron y cada uno se dirigió a su respectiva habitación, una frente a la otra separadas por un pasillo. En el fondo, ambos querían entrar por la misma puerta y compartir la misma cama, pero también en el fondo ambos sabían que quizá era muy pronto para ello. Así que abrieron las puertas y las cerraron tras ellos, quedándose tras ella sólo un momento, preguntándose qué tan distinta sería aquella noche si se atrevieran a cruzar el pasillo.
El castaño caminó hasta la ventana y corrió un poco la cortina para mirar hacia afuera, por un segundo observó el panorama en un intento de recordar lo que era su vida antes del acantilado, pero pronto los recuerdos comenzaron a abrumarle y entre tormento y confusión cerró la cortina de golpe.
Se dirigió hasta la cama y sólo se tendió sobre ella. Ya no había caso, por supuesto que abrir esa ventana significaba mantenerla abierta hasta que encontrara la forma de apagar su cerebro. Ahora, todos los recuerdos y los "qué hubiera sido" tomaron cada rincón de sus pensamientos. Se preguntó por qué ahora, por qué cuando parecía estar más feliz que nunca, y entonces recordó a Abigail.—¿Will? ¿Estás despierto?
Will permaneció tendido sobre la cama. Minutos atrás lo único que quería era escuchar el llamado en la puerta, abrirle y compartir con Hannibal al menos un poco de contacto, pero ahora, quien estaba tras la puerta y quien hacía el llamado no era nadie más que el asesino de su hija.
—Lo siento, sé que estás despierto, sólo lo pregunté para... ¿Will, me oyes?
El castaño sabía, sin embargo, que si no se paraba y le abría, Hannibal permanecería de pie hasta que lo hiciera. Por lo que se levantó y le abrió.
—Hola —dijo Hannibal nervioso —Me preguntaba si...
—No —el ojiazul le detuvo de inmediato —Quiero... Quiero estar solo, ¿te parece bien?
—Por supuesto —Hannibal sabía que no se trataba de eso, pero mucho no podía hacer al respecto —Por supuesto, lo siento
—Buenas noches, Hannibal
—Buenas noches, Will
El ex agente estuvo a punto de cerrar la puerta, pero la mano del doctor la detuvo. Will le miró confundido esperando una explicación.
—... ¿Puedo besarte?
Quería decir no, quería cerrarle la puerta en la cara y dejar de verle, quería matarle con sus propias manos, pero su boca habló más rápido—... Por favor —rogó.
Hannibal rápidamente le tomó por el cuello y atrapó su boca con un aliento tibio, mojando sus labios con el exquisito sabor de su compañero. Parecía que sus bocas se deslizaban cada vez con más facilidad contra la del otro, como si con cada beso se hicieran más expertos.
El beso se hizo profundo y húmedo, y Hannibal cruzó el dintel de la puerta arrastrando a Will hacia atrás sin separarse de él.—Hannibal... —Will habló como pudo entre el beso —Hannibal... —esta vez el doctor le dejó hablar, pero para besarle en el cuello —Dr. Lecter...
Hannibal sonrió frente a la piel que besaba —Si quieres que me detenga, llamarme así no es de mucha ayuda... —abrió su boca y atrapó el hombro del castaño entre sus colmillos.
—Por qué crees... Que quiero que te detengas... —le tomó de la nuca y ejerció presión, impidiendo que Hannibal quitara sus colmillos. El doctor no entendía, si continuaba le haría daño, pero quizá eso era lo que Will quería. A pesar de ello, logró librarse del agarre.
—No quiero hacerte daño
Will se acercó a su rostro con la boca entreabierta y le tiró del pelo, agarrando su labio inferior y tirándolo hacia él con fuerza hasta que sintió el sabor oxidado de la sangre entre sus paladares. Le había abierto un poco el labio.
—No quiero que me hagas daño... Quiero que me marques
Dicho esto volvió a dirigir la cabeza del doctor a su hombro y le dio espacio para que hiciera lo que pedía. El caníbal obedeció ciegamente, abriendo su boca y clavándola en la piel del menor con fuerza. Pronto ambas sangres se combinaron una con la otra.
Mientras Hannibal seguía besando su cuello, Will se maldecía y lloraba por dentro. Despreciaba a ese hombre, parte de él siempre lo haría, pero al mismo tiempo no imaginaba una vida sin él, porque perderlo a él era perderse a sí mismo. Deseaba poder despertar todas las mañanas y saber que siempre podría cruzar el pasillo y encontrarle allí, saber que jamás tendría que esconderse de nadie y ser él mismo con alguien como él. Pero extrañaba tanto a Abigail. Le debía justicia. Pero dios, estaba tan caliente.
—Hannibal... ¿Podemos hablar?
El doctor se detuvo de mala gana. Le molestaba demasiado cuando Will jugaba con él.
—Lo siento, es sólo que... Dios, por qué tenías que quitarme a Abigail
Hannibal se apartó inmediatamente.
—Ya lo hemos discutido...
—Lo sé, lo siento, pero me cuesta... Me cuesta no querer odiarte por ello
Una pequeña curva apareció en el borde de los labios del doctor. Will había dicho "querer odiarte", y no odiarte —Pero... ¿No me odias?
—¿Odiarte?.. Lo que odio es que sabías lo que hacías, sabías que me quebraría y lo hiciste de todas formas... Es más, ese fue tu único propósito, quebrarme
—No hay un solo día, Will, que no me arrepienta de
—Lo sé
—Y cuando viniste tras de mí, dijiste que me perdonabas
—Y lo hice
—No, no lo hiciste
Will le miró a los ojos un momento y luego se sentó sobre la cama.
—... Quiero perdonarte
Lo que procedió a esas palabras estaba fuera de cualquier pensamiento que alguna vez pudo cruzar la mente de Will. Hannibal se arrodilló frente a él en un acto de completa sumisión, acto que al menor le quitó el aire por unos segundos. Luego, puso sus manos sobre la cama y le miró hacia arriba, suplicante.
—Mi cuerpo y alma te pertenecen... Tómalos y líbrame de esta culpa...
Will no supo qué decir, no supo cómo reaccionar. Frente a él estaba arrodillado el hombre que imponía su voluntad sobre el mundo, el hombre que podía manipular el curso del destino a su favor, el mismo hombre que ahora le rogaba por perdón. Así que permaneció inmóvil e incapaz de mover sus labios.
—... Ya no soy lo que era y jamás volveré a lo que fui... —continuó —Soy lo que has hecho de mí. Toma mis éxitos y mis fracasos, mi alegría y mi pena, mi raciocinio y mi fantasía... Tómame, Will, y úsame como mejor te parezca
El ojiazul entrecerró los ojos y observó cada detalle del rostro bajo él, cada rincón de ese semblante indicaba completa rendición.
—... ¿Es esta tu forma de atarme a ti para siempre?
A pesar del acto de sometimiento, las dudas en la cabeza del menor retumbaban como demonios.
—... Esta es mi forma de decirte que te amo
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𝗠𝘂𝗿𝗱𝗲𝗿 𝗛𝘂𝘀𝗯𝗮𝗻𝗱'𝘀 |TERMINADA|
Fiksi Penggemar"Hannibal y Graham sobreviven a la caída del acantilado". Fanfic basado en la serie Hannibal de NBC, protagonistas Hannibal Lecter y Will Graham, interpretados por Mads Mikkelsen y Hugh Dancy respectivamente. Esta historia intenta permanecer fiel a...