Capítulo 18: Dean también se enamoró

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Seth se levantó del sofá, abrió la puerta para salir del lugar dejando a Dean solo y pensativo.

Fue a la oficina, donde no encontró a nadie, luego fue a la sala de ensayos y allí estaban a quienes él buscaba.

Seth: Así que tengo un hermano? - dijo llamando la atención de todos allí presentes.

Steph: Seth! - exclamó - Justo queríamos hablarte de ello, vamos a la oficina para aclarar las cosas como seres civilizados - dijo tomando la espalda volteándolo hacia la puerta.

Seth la frena empujándola por atrás para luego encararla.

Seth: En qué rayos estaban pensando? - pausó - Ah? - gritó asustándola.

P: Maldita sea. Que demonios te pasa? - se dirige acercándose a Seth.

Seth: Más bien, qué demonios les pasa a ustedes? - dijo alterándose realmente con furia - Por qué creyeron que podían ocultármelo? Tarde o temprano lo iba a saber de todos modos - seguía alterado.

Todas las chicas empezaron a abrazarse entre ellas colocándose en una esquina. Kane y Randy no sabían que hacer, por ello decidieron no intervenir en esa discusión.

Steph: Hay grandes razones por la que hicimos lo que hicimos - intentó tomar los hombros de Seth, pero inmediatamente él se apartó - Era por su bien, el bien de ambos - se echó a llorar, lo que a todos impresionó e incluso a Seth.

A Seth le dió pena ver a ella llorar, por eso decidió salir de allí.

Mariel

Estaba haciéndome bolita en la cama, hasta que escucho que tocan la puerta.

M: Quién es? - digo para abrir la puerta estúpidamente.

D: Adivina! - exclama ya yo sabiendo quien era.

M: Amm, Dean? - dije siguiendo su juego.

D: No - dijo y empezó a reírse - Soy aquel chico que espera a que le abras la puerta para poder abrazarte mucho mucho - repitió la palabra "mucho" lo que me dió risa.

Decidí abrirle la puerta y yo ya estaba psicológicamente preparada para su abrazo. Él entró, cerró la puerta y no sólo me abrazó, también me besó. Me llevaba de espaldas a la cama, nos caímos a la misma él encima mío. Seguíamos besándonos ahora él poniendo sus antebrazos alrededor de mí para no aplastarme, luego nos separamos por falta de aire.

D: Sólo vine a comprobar que estabas bien, ahora me voy - dijo imitando mi voz, ahora que lo recuerdo eso mismo le dije yo ayer.

Empezó a moverse, lo detuve abrazándolo y atrayéndolo más hacia mí.

M: No. Me gusta que pienses eso de mí - le dije no estando segura de que si eso era lo que me dijo él en respuesta.

D: Fallaste - empezó a reírse - Ahora me debes un premio - sonreía y empezó a acercarse a mi rostro para continuar besándome.

Para ser sincera, no me podía negar a este hombre. Él es guapo, sexy, en síntesis, él es perfecto.

Él empezó a manosear mi cintura, levantando la blusa que traía puesta, lo que hizo que se me erizara la piel y sintiera esas malditas mariposas en el estómago.

Había parado el maravilloso beso para sacarme la blusa. Continuó besándome otra vez, volvió a manosear mi cintura pero esta vez intentando sacarme el short deportivo. Yo no podía negarme, ni pararlo, era como una magia que me impedía hacerlo, o más lógicamente hablando, yo lo quería demasiado.

Ya me había desvestido, dejándome en ropa interior. Paré el beso por falta de aire separándolo de mí.

D: Ahora desvísteme tú - ordena con la voz agitada.

Divas GuerrerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora