Divas Guerreras

Capítulo 34: Stephanie confiesa

Al día siguiente. Martes.

12:00 pm.

Narradora

Seth se adaptó al bosque, ahora en sus planes aún no estaban vengarse porque todo lo que Gretchel le contó rondaba en su cabeza. Al final después de pensarlo bien decidió volver a la prisión para liberar a sus padres, o sea a Paul y Stephanie para aclarar si lo que ella dijo era verdad o no, nada más.

Seth robó una peluca de un centro de estética y nadie se dió cuenta siquiera que era un fugitivo. Se puso la peluca para volver a la prisión, rogando a Dios no ser reconocido.

Fue de visita supuestamente a ver a Paul para hablar con él sobre lo que planea.

- Paul, tienes visita - habla rudamente un guardia abriendo su celda.

Paul sale y le esposan las manos para luego ir a la sala de visitas. Éste se sienta y no parece reconocer a Seth.

P: Y tú quien rayos eres? - le pregunta ladeando la cabeza.

Seth levanta el rostro y lleva su dedo a la boca señalándole que no hable. Paul entiende la señal pero se sorprende de verlo.

P: Qué haces aquí? - susurra

Seth: Tengo un plan para sacarlos de aquí a Steph y a tí. Podría pagar la fianza - calcula pero Paul niega con la cabeza.

P: No se puede pagar fianza porque estamos aquí por trata de persona, el dinero no sirve de nada ahora - le recuerda.

Seth: Entonces, prepárate que también huirán como yo lo hice. Sólo quiero que sigas lo que te diga al pie de la letra - le ordena susurrándole y Paul está atento.

Mariel

Dean había ido al gym y yo me quedé en su departamento.

Ahora que estaba libre de todo podía ir a buscar a Silvana y Alejandra aunque ellas posiblemente ni siquiera estén en el país.

Las marco desde el celular alternativo de Dean, primero a Alejandra pero está fuera de servicio, luego a Silvana que luego de tres pitidos contesta.

S: Hola? - hace como cuatro meses que no escucho su voz. Yo sollozo.

M: Silvana? Soy yo! - exclamo realmente feliz de escuchar su voz.

S: Un momento! - se escucha la brisa del viento como si estuviera corriendo - Hola? - Era la voz de Alejandra.

M: Ale? - corto su nombre. Se escuchan sollozos en la otra línea.

A: Mariel? Eres tú? Si es una broma es de muy mal gusto, Silvana - se plaguea y me río. Hace tiempo que no la escuchaba en ese tono.

M: Chicas, donde están? Quiero volver a verlas - les fui sincera.

A: Dónde rayos estuviste todo este tiempo, desgraciada? Sabías que casi me dió un infarto cuando Silvana me llamó en Nueva York para decirme que desapareciste y no has vuelto por dos días al hotel? - gritaba y alejé un poco el telefono de mi oído.

M: Perdón por todos los problemas que les causé pero justamente todo lo que pasé fue una pesadilla, necesito verlas en persona para contarles todo y explicarles porqué desaparecí por tanto tiempo - me defiendo.

A: Ahora mismo no se va a poder, estamos en Korea del Sur! - exclamó notoriamente feliz en su voz.

M: Tan lejos? Cómo entonces pude contactarlas? - me sorprendí en serio.

S: Es que el celular de Ale no funciona la señal aquí, pero el mío es banda ancha así que puedes llamar las veces que quieras - se emociona.

Tal parece que me tienen en altavoz, de verdad estaba tan feliz de escuchar las voces de mis mejores amigas.