Divas Guerreras

Capítulo 37: La verdadera versión

Al día siguente. Jueves.

Casa abandonada. 10:25 am. Narradora

G: Chicos, llegó el día - se levanta de la banquilla donde se sentaba para luego ponerse de pie sobre ella.

Ellos ya habían hablado de ir a la cabaña para aclarar las cosas con Stephanie y que se confiese de una vez. Algunos de ellos ya sabían del plan de Gretchel pero otros no tenían siquiera idea de que Stephanie está fugitiva.

- Gretchel, esto es muy precipitado - habló el señor de cabello blanco que ella una vez llamó Anton. Quien resulta ser el señor jefe de su pandilla, quien según ella la encontró en la calle y la cuidó.

G: Pero Anton, yo quiero que Seth y Dean abran los ojos, no pueden seguir viéndola como en realidad no es y hasta puede ser que uno de ellos ya la hayan reclamado pero tal vez ella volvió a lavarles el cerebro - le explica ella.

A: Entiendo tu punto de vista, pero ella es muy mala. Podrías arriesgarte y yo no quiero. Estoy diciendo que es muy peligroso - agrega él.

G: Yo quiero salvar a mis hermanos de esa bruja - uno de ellos la interrumpe.

- Gretchel, Stephanie está en la cárcel - le recuerda.

G: Tú no has visto el periódico, no es cierto? - sarcastizó - Hubo un incendio provocado en la prisión, eso hizo que la mayoría escapara y entre esa mayoría está Stephanie y Paul - notifica.

- Y qué hay de los otros secuases? - pregunta curioso otro de ellos.

G: Louis, eso no importa - agrega molesta - Es broma, no te la creas - exclama sonriendo - Escaparon también, pero Mark Henry y Big Show no pudieron porque los atraparon en los intentos. Los no mencionados huyeron y no se sabe nada sobre ninguno de los fugitivos ahora - le informa a Louis.

A: Piensa bien en lo que vas a hacer, Gretchel - le dice preocupado.

G: Ya me decidí, Anton. Iré! - exclama - Quienes me apoyan, prepáranse! Iremos ahora! - exclama con cara de malicia. Ella tiene en mente la cara de su madre al verla y eso la mantiene sonriendo.

Departamento de Dean. 10:45 am.

R: Unas cervezas para desayunar? Dios santo, Dean! - exclama e intenta arrebatarle de las manos a Dean la lata de cerveza que apenas abrió.

D: Qué te pasa? - dice en un esfuerzo por quitarle la cerveza que Roman ya le arrebató.

Roman sube por las escaleras en el balcón, derrama todo el contenido de la lata por una apertura de un caño. Dean lo persiguió pero no pudo hacer nada ya que Roman ya había tirado la lata también.

D: Oye, qué te pasa hermano? No tenías que hacer eso - dice desanimado.

R: No te entiendo, Dean! Ayer dijiste que apenas te levantes irías a buscarlos en la cabaña y lo primero que hiciste fue agarrar una lata de cerveza de tu refrigerador! - le reclama incrédulo.

D: Tengo que darme valor para ir a enfrentarme a ese canalla - se defiende, mira a Roman y éste ya le leyó los pensamientos.

R: Dean! - exclama al verlo correr bajando las escaleras, éste lo persigue y lo ve abriendo el refrigerador - No, Dean! Te lo prohibo! - lo regaña.

Dean cierra el refrigerador y lleva dos manzanas en sus manos, uno lo come sin lavarlo siquiera para luego tirarle la otra manzana a Roman invitándolo a comer también, él lo atrapa, mira la manzana para luego mirar a Dean.

D: Tienes razón! Debo enfrentar a ese canalla saludable - dice divertido - Creiste que iría por otra cerveza? - niega con la cabeza - No me conoces aún, Roman.