❝ WEIRD ❞ Percy Jackson

33. ¿Qué es la libertad?

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—NO PENSÉ QUE HUIRIAS DE LA SITUACIÓN.

El chico rodó los ojos escuchando la palabras de la hija del dios del trueno.

—No huí—contradijo—sólo que necesito tiempo para mí mismo.

Thalia rio, situándose a su lado en aquella banqueta rota.

—Se donde se encuentra Luke.

Percy alzó una ceja, jugueteando con las rocas bajo sus manos. No tenía sentido estar ahí por lo que se levantó de un salto, Thalia la imitó.

—¿Enserió crees que alguien como Luke estaría dispuesto a ayudarnos?

Thalia se encogió de hombros siguiendo el paso del hijo de Poseidon.

—Puede que no; pero no perdemos nada con intentarlo.

El bufo, deteniéndose a mirar su reflejo sobre las puertas cristalinas de un edificio destruido. Sabía que no era la persona más atractiva del mundo sin embargo aquella imagen de él lo dejó sin aire.

Su cabello estaba lleno de cenizas haciéndolo lucir como si tuviera canas y gracias a las manchas de polvo sobre su rostro fácilmente lo podían confundir con alguien mayor. Pero lo más sorprendente de él era su mirada, aquella que alguna vez reflejo confianza a sus comaradas ahora expresaba temor y desprecio.

De la nada, el alzó el brazo apuntando al río que dividia a los dos bandos.

—Si matamos a los enemigos al otro lado del mar... ¿Seremos libres?

Thalia se sobresaltó.

—¿Qué te fumaste?

—Tu pino.

Thalia le soltó un fuerte golpe en el hombro pero eso no evito que Percy riera a carcajadas.

Pero al menos estaba feliz de que pudiera recitar las palabras vistas en Shingeki no Kyojin.

— Iremos por Luke y le exigiremos respuestas.

La hija del dios del trueno alzó una ceja ante la bipolaridad del chico, sin embargo no mencionó nada para que este no se retractara.

Encontrarlo no fue tan difícil como creía, después de todo Percy sospechaba que se mantenía en contacto con la chica.

Pero Luke paso de tener un glow up a un glow down.

Parece un perro con sarna pensó y quiso reír pero una mirada amenazadora de Thalia lo hizo callar.

—Cuanto tiempo, Percy Jackson y Thalia Grace.

Cuando se levantó, Percy pudo jurar que se había fumado una piedra del rio para tener ese aspecto tan deplorable.

Alto, mayor y con pequeñas grietas alrededor de sus ojos como si hubiera envejecido de golpe, la cicatriz de su cara parecía más antigua y Percy logró ver que tenía vestimenta de "vagabundo". Se veía tan cansando que por un momento pensó que la guerra avecinada no sólo afectaba al que era su bando.