11

3.6K 405 111
                                    

◇◆◇

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

◇◆◇

TUVO EL SUEÑO MÁS RARO DEL MUNDO.

Cora y Annabeth estaban en una oscura ladera cubierta de niebla. Parecía casi el inframundo, Percy no veía el cielo sobre su cabeza: sólo una pesada oscuridad, como si estuviese en el interior de una cueva. Annabeth subía trabajosamente la colina. Había antiguas columnas griegas de mármol esparcidas aquí y allá, como si un enorme edificio hubiese saltado por los aires.

Detrás de ellas estaba Espino, que las amenazaba con lanzarle a una púa si no seguían escalando.

Cuando llegaron a la cima, se encontraron dos personas ahí, uno arrodillado.

Era alto y musculoso, con la piel levemente bronceada y el pelo oscuro peinado hacia atrás. Vestía un traje de seda marrón de aspecto muy caro, foto pero se veía la elegancia. Tenía un rostro brutal, hombros enormes y manos capaces de partir en dos el mástil de una bandera. Sus ojos eran como piedras.  Resultaba asombroso que pudiera seguir viviendo, porque se veía demacrado.

El otro era alto y rubio, tenía una cicatriz y una sonrisa torcida, con ojos cansados como si llevara tiempo sin dormir y se parecía mucho a Cora. Era Luke Castellan, el que intentó matarlo estos dos veranos.

Percy vio como Cora frunció el ceño, tal vez porque ella vio que tenían un parecido familiar.

Annabeth se levantó rápidamente y gruñó enojada cuando vio a Luke, su mirada se volvió feroz y una lágrimas se querían asomar por su rostro, pero se mantuvo fuerte mientras intentaba contener todas sus emociones.

—¡Tu! —gritó señalando al chico.

—Yo—el le sonrió y Percy sintió escalofríos, su mirada era helada cual témpano de hielo y seca como la planta que se murió en su jardín.

Tan rápido como se recompuso Annabeth se lanzó contra el rubio e intentó meterle un golpe, pero no lo logró porque fue detenida por Espino que sonreía orgulloso.

Cora soltó un grito y fue tras ella, la sostuvo antes de que cayera al duro suelo, apartando le mechones de cabello de su rostro mientras miraba alrededor.

—¿Dónde están los niños?—inquirió el chico echándole una mirada a Annabeth, que yacía en el suelo casi desmayada por el veneno de la manticora.

Espino negó mientras bajaba la mirada por haber fallado.

—Llegaron las cazadoras pero encontré a la niña.

El chico se fijó en Cora y le sonrió, Percy vio como ella alzaba una ceja ante su mirada. La veía esperanzado, ilusionado, como si ella fuera la solucion a todos sus problemas.

Cora apretaba fuertemente a Annabeth contra ella, en un vago intento de protegerla de la manos de aquellos extraños.

El hombre habló todavía desde el suelo.

❝ WEIRD ❞ Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora