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—¿DONDE ESTÁN KELLI Y TAMMI?—pregunto mientras escudriñaba el pasillo en busca de las empusas.
Otra animadora se encogió de hombros, era mortal por lo que no se les hizo raro que tres nuevas animadoras se unieran el mismo día, la niebla ayudaba mucho.
—Creo que están molestando a los de nuevo ingreso.
Al final se tuvo que poner rápidamente el uniforme porque ya casi empezaba la presentación.
Un montón de chavales se dirigían al gimnasio. Una banda de música interpretaba desafinando un himno de batalla; sonaba como si estuvieran golpeando un saco lleno de gatos con un bate de béisbol.
Algunos chavales mayores, probablemente miembros del consejo escolar, se habían colocado delante y exhibían el uniforme de Goode con aire engreído, en plan «somos unos tipos guays». Los profesores circulaban de acá para allá, sonriendo y estrechando la mano a los alumnos.
Las paredes del gimnasio estaban cubiertas de carteles enormes de color rosa y verde que rezaban: «BIENVENIDOS, FUTUROS ALUMNOS DE PRIMERO. GOODE ES GUAY. SOMOS UNA FAMILIA», y otras consignas similares.
Ninguno de los futuros alumnos parecía muy entusiasmado. Tener que asistir a una sesión de orientación en pleno junio, cuando las clases no empezaban hasta septiembre, no era un plan demasiado apetecible. Pero en Goode «¡Nos preparamos para ser los mejores cuanto antes!». Al menos eso afirmaba uno de los carteles.
La banda de música terminó de maullar por fin y el director se acero al micrófono para anunciara entrada de las porristas. Había mucho eco en el gimnasio y Cora no alcanzó a oír nada.
Al final, antes de salir a hacer la coreografía, Cora vio a Kelli y Tammi corriendo hacia ella.
—El está aquí—dijo a la vez que agitaba sus pompones emocionada.
Cora solo se limitó a asentir mientras apretaba sus pompones.
No sabía el origen de sus nervios; podía ser porque iba a ver a Nico o porque iba a bailar frente toda a una escuela en falda. Empezó a odiar las faldas desde que supo el significado de la palabra "acoso"
Al final, cuando el director anunció la entrada de las porristas, Cora supo que no había vuelta atrás.
Hicieron la coreografía planeada y la rubia pudo observar entre las gradas al hijo de Poseidon hablando animadamente con una pelirroja.
Cuando terminaron, como lo tenían planeado, Tammi había empezado a exponer las numerosas maneras de participar, todas ellas geniales, que podían escoger durante su primer año en la escuela.
Kelli, a su lado, le apretó fuertemente el brazo a Cora para señalarle que Percy estaba huyendo junto a una chica.
—Es hora del plan—ella asintió, a la vez que Tammi decía que iban a repartilos en pequeños grupos para visitar la escuela.
