28

1.3K 132 34
                                    

◇◆◇

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

◇◆◇

—¡SI PARA PENDEJOS NO SE ESTUDIA!

Aceleró el paso mientras gruñia entre dientes, no podía creer que un simple semidiós se colara entre sus tropas y destruyera casi a la mitad de la tripulación y ninguno de los monstruos abordo notó su existencia, ese chico sería un problema más adelante.

Finalmente lo vio a mitad de barco, esquivando a varias dracanae y dando mandobles a todos los monstruos a su alrededor.

Sonrió levemente al verlo y se alizo su vestido.

—Llegas tarde, Percy.

Cora se asomó desde la primera terraza con una sonrisa en su rostro y mirada firme. Iba con un vestido dorado corto que combinaba perfectamente con sus ojos y cabello, de lejos, Percy pudo notar varias motas verdes en el vestido, simulaban olas.

—Hace días que te esperamos.

Al principio sonaba normal, como Cora, pero después su cara se contrajo y todo él se estremeció de pies a cabeza como si acabara de tragarse un brebaje asqueroso. Su voz se hizo más grave, más antigua y poderosa: la voz del titán, del señor Cronos.

—Vamos, inclínate ante mí—sonrió ladina y el semidiós apretó los labios.

—Sí, ya, lo tienes claro —mascullo.

Como respondiendo a una señal, un regimiento de gigantes lestrigones se apostó a ambos lados de la piscina: cada uno de dos metros y medio de estatura, con brazos tatuados, armadura de cuero y porras erizadas de pinchos. Por encima de Cora, el techo se llenó de semidioses arqueros. Dos perros del infierno saltaron de la terraza de enfrente y se acercaron gruñendo. En cuestión de segundos estaba rodeado.

—Ven aquí —dijo altanera—. Si te atreves.

La horda de monstruos se abrió en dos. Ascendió por la escalera con el corazón desbocado y con espada en mano.

El arma de Cronos surgió sin más en sus manos: una guadaña de dos metros, la mitad de bronce celestial y la otra mitad de acero mortífero.

—¿Enserio me harás daño?—inquirió balanceado su arma, sonriendo con ternura ante la idea.

Percy apretó los dientes, ella no era Cora, era Cronos.

—Si.

Ella fingió sorpresa y rio dulcemente mientras negaba con la cabeza.

—No puedes hacerme daño, nunca lo harías—señaló—¿Te acuerdas cuando teníamos como doce años? ¿Cuando veíamos Hércules todos los días? Yo era tu Megara y tu mi Hércules, mi héroe.

"—Intentará muchas cosas para chantajearte, Percy—dijo Quiron cuando le menciono todo lo sucedido—. Usará su amistad para hacerte débil, te manipulara para que no la ataques, pero es solo una ilusión. Ella está muerta"

❝ WEIRD ❞ Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora