24

1.4K 180 49
                                    

◇◆◇

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

◇◆◇

—¡PINCHE KELLI! —murmuró echándole una ojeada a la empusa, mientras se acomodaba mejor en el asiento.

Después de ser capturada por la empusa y el gigante, habían separado a Cora de las demás, siendo escoltada hasta una silla alado de Luke, en lo alto de las gradas.

Arriba suyo, reposaba una gran pancarta con el símbolo de Poseidon (un tridente) adornado de calaveras en señal de tributo.

—¡Socorro!

Un centauro se debatía en el suelo y trataba de incorporarse, mientras el gigante se acercaba con la jabalina en ristre.

A su lado, Percy atinó a buscar su espada pero Cora sabía que se lo habían quitado.

El centauro no podía levantarse. Se había roto una pata. El gigante le puso su enorme pie en el pecho y alzó la jabalina.

Levantó la vista para mirar a Cora que sólo se dedicó a apretar ambas manos sobre el asiento. La muchedumbre gritó:

—¡muerte! ¡muerte!

Ella no podía hacer nada, a su lado Luke le mandó una señal para que no se echará a llorar en ese momento o hiciera algo estúpido, el gigante le dirigió una sonrisa al centauro, que gimoteaba desesperado:

—¡No! ¡Por favor!

Se parecía mucho a Quiron, que solo hacía la experiencia más triste al saber que no podía hacer nada.

El tipo extendió la mano y colocó el pulgar hacia abajo.

—No cierres los ojos, tienes que ver—el susurro de Luke solo ocasionó que la chica sintiera un escalofrío, sintió como dos manos invisibles abrieron sus ojos haciendo imposible cerrarlos para no ver aquella escena grotesca.

Ver como mataban a alguien de la forma más cruel y no poder hacer nada, es una de la peores sensaciones en la vida. La impotencia que uno siente al saber que pudo tener otra oportunidad pero tu no hiciste nada para evadir su muerte, solo le recordaba lo inútil que era.

El gladiador levantó el arma sobre su víctima, clavandosela en el lomo del centauro que chillo y se desintegró en cenizas, dejando una pezuñas que el gigante recogió del suelo y mostró a la multitud como si fuese un trofeo. Se alzó un rugido de aprobación.

En el extremo opuesto de la pista se abrió una puerta y el gigante desfiló con aire triunfal.

Arriba, en las gradas, el luchador de sumo alzó las manos para pedir silencio.

—¡Una buena diversión! —bramó—. Pero nada que no hubiera visto antes. ¿Qué más tienes, Luke, hijo de Hermes?

Éste apretó los dientes. Era evidente que no le gustaba que lo llamaran «hijo de Hermes», pues odiaba a su padre.

❝ WEIRD ❞ Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora