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—¿ELLA ES TU MADRE?—Luke asintió ante la pregunta.

Su cabello blanco  estaba apelmazado por toda su cabeza, su delantal rosa estaba cubierto de marcas de quemaduras y manchones de ceniza. Cuando sonreía su cara se veía antinaturalmente alargada y parecía estar casi ciega.

La casa estaba llena de espejos y velas por todas partes, podías verte reflejada en cualquier dirección y eso era un poco espeluznante.

No hablemos del exterior de la casa, solo diría que parecía una casa normal si no fuera por la miles de estatuas y muñecas que reposaban en el pasto grisáceo.

Alado del reloj, había una foto enmarcada de Luke, tenía alrededor de nueve años y parecía un niño feliz si tomamos en cuenta su situación actual. Le faltaban los dos dientes delanteros y eso hacía que la imagen sea más tierna.

—¡Sabría que volverías de nuevo! —murmuró May Castellan en dirección a su hijo—Que guapo te has puesto, mi muchacho.

Luke hizo una mueca de fastidio y esquivó velozmente el abrazo que su madre le iba a ofrecer. Si no fuera porque ella estaba loca, le dolería la frialdad con la que lo trataba su primogénito.

Estaban sentados en el comedor, toda la cocina olía a galletas quemados y Cora pudo ver que enfrente suyo, se encontraba un plato de cerámica lleno de sandwiches mohosos de lo que parecía mantequilla de mani y unos envases de jugo de frutas llenos de telarañas. Hizo una mueca de asco.

—Está es la segunda vez que vengo—mascullo Luke en su dirección—La primera vez fue con Thalia y Annabeth.

Ella asintió observando alrededor, intentando quitarse las ganas de clavarle algo en el cráneo de Luke por el hijo de puta que es.

—¿Sigues enojada?—Cora solo se limitó a quedarse en silencio y Luke lo interpretó como un "si". Soltó un suspiro y se frotó la cara con ambas manos— Admito que obre mal, fue un error lo se, pero es por una buena causa. Gracias a mi estas viva.

—De nada sirve vivir si has perdido todo.

Antes de que Luke pudiera contradecir su respuesta, May Castellan llegó con una bandeja de galletas (sorprendentemente no estaban quemadas) y otra bandeja repleta de sandwiches similares a los sandwiches mohosos que Cora vio.

—Estoy feliz de que estes conmigo de nuevo, hijo.

Cora pudo sentir su corazón estrujarse, May Castellan seguirá preparando galletas y sandwiches para un hijo que no volverá de nuevo.

¿Desde hace cuanto que se fue Luke de la casa? Hace como cinco años o más fue su última visita y aún así, May Castellan seguía preparandole almuerzos como si el volviera de la escuela.

Que triste.

Imagínate que Luke muera y su mamá siga preparando sandwiches y galletas quemadas esperando que el vuelva de nuevo, y nadie le diga que está muerto porque ni siquiera saben de la existencia de May Castellan.

❝ WEIRD ❞ Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora