ALEIX
Estaba tan feliz, al fin Nastia era mi novia, no superaba las bromas que hacía, la verdad yo no era de bromas. Nastia y yo nos convertíamos en dos niños al estar juntos, al fin era mía, para poder protegerla de todo y todos. Esa mujer seria mi perdición. Sin la ayuda de Stive, Daniel, Laila, Lucia y por su puesto la ayuda de ahora mis suegros, pero el que estaba más feliz era Igor, ese niño me lo gane a pulso; pero no podía abrazar a Nastia frente a sus ojos.
-Bueno, reina. Aquí llego la hora de estar juntos- dije acercándome, pero me detuvo.
-No. Hoy seremos uno- dijo Nastia mientras me seducía con la mirada.
Sostuvo mi mano y nos encaminamos a mi habitación, era insonora. Nos adentramos a la habitación y me lance a los brazos de Nastia, nuestro beso no era dulce o delicado; lo único que había en ese beso era intensidad, deseo.
Mis manos bajaban el vestido en busca de sus senos redondos, mis manos los cubrieron por completo, hice masajes poniendo duro los pezones, Nastia me quito la camiseta pasando sus manos por mi torso desnudo, fue directo a mi pantalón, saco el cinturón y con ayuda mía lo deje caer. Masajeaba mi bulto erecto con sus manos pequeñas.
-Serás mía, Nastia Petrova- le dije mientras bajaba sus bragas y hacia puño mientras percibía su olor.
-Y tu mío, Aleix De Costa- me guiño un ojo.
-Uhm... me la pones más dura cuando dices de esa manera mi nombre.
-Y tú me mojas más mientras me tocas de esta manera.
La recosté en la cama mientras dejaba un rastro de besos por su cuello, pasando por sus senos, bajando por su abdomen besando sus marcas. Llegue a su entrepierna, bese sus muslos y su coño, estimulándola con mi lengua.
-Este...-jadeo mientras la estimulaba con mi dedo en su clítoris- lado perverso tuyo me encanta.
-Nunca pensé tener una dama como usted en mi cama, Señorina Petrova.
NASTIA
-Yo no soy dama en la cama- me apoye en los codos- soy una puta, si se trata de sexo.
Ni yo sabía si era una puta en la cama, reí en mis adentros mientras Aleix jugaba con mi coño, la respiración se me acortaba, quería sentirlo completo, sentir su pene dentro de mi mientras follamos. Me aburrí de que jugara con mi clítoris, lo agarre de los hombros y lo acerque para besarlo, sentía mi sabor como se mesclaba con la saliva de el, le permití entrada a su lengua y pude saborear mejor mis fluidos.
-Te quiero sentir mucho más que unos besos y unos saboreos- baje los bóxer.
Santo cielo esa cosa era más grande que mi imaginación, estimule su falo con mi mano, arriba, abajo. Abrí mis piernas para que tuviera un mejor acceso a mi vagina. Rebusque entre sus cosas encontrando un preservativo, lo rompí con mis dientes, se lo coloque con mucha delicadeza.
-Si lo haces con más delicadeza te dejare 1 semana sin poder caminar.
Mientras escuchaba como gruñía, levante mi mirada maliciosa, poniendo el preservativo más lento y aún más con delicadeza.
-¿Qué se sentirá no poder caminar?- enarque una ceja.
-Yo mismo te lo enseñare.
Me tomo por la cintura sentándome en la cama mientras él estaba encima de mí, besando mis pechos. Acomode su falo en mis pliegues para darle entrada a mi vagina.
-Seré delicado-dijo mientras entraba- pero en el segundo round no lo seré, hermosa.
-Y no quiero que lo seas.
Sentía como entraba y salía de mi mientras nos besábamos sin control, Aleix se esforzaba mucho por ser delicado, algo que no pedí, pero agradecí, ardía un poco, pero con los movimientos fue pasando.
-Oh, Aleix- gemí- no quiero que seas delicado.
-¿No? reina- negué.
Sentí como sus movimientos se intensificaban, como su pelvis choca con mi coño. Sentía que iba a llegar muy rápido, pero me contuve. Aleix gruñía, mientras yo gemía, nuestros rostros se deformaban con cada estocada.
Cambiamos de posición cada segundo, desde la más inocente a las más excitante. Ese hombre sabia tratar a una mujer en la cama. Ya sentía como el calor en mi vientre subía por todo mi cuerpo, iba a llegar a mi clímax y al parecer Aleix también.
-¡Ah!- llegue a mi clímax.
-Eres mía- me beso con intensidad- Mia, Nastia Petrova.
-Toda tuya, cariño.
Aleix salió de mi interior camino al baño, y yo como toda una traviesa lo seguí. Sentí una pequeña molestia en mi interior, algo que ignoré, nos adentramos al baño, entre beso y beso decidimos entrar a la ducha, deje correr el agua, abrase por detrás a Aleix, quería más, mucho más y todo con él. Ya me había consumido en el amor, otra vez.
-Quiero mi segundo round, Aleix De Costa-repartí unos cuantos besos por su espalda desnuda.
Mis manos tocaban su torso y llegaban a su falo todavía erecto. Se giro para verme, tomándome de los muslos, quedando a su altura.
-Te parece- beso mi mandíbula- unos ¿5 round?
-sonreí- espero ansiosa esos 5 round.
Nuestros cuerpos empapados por el agua tibia, el baño era una fiesta entre jadeos, estocadas, respiraciones por las nubes.
-Nunca dedico canciones, pero tu eres mi reina y esta canción es para ti.
¿Cómo se suponía que tenia que reaccionar a algo así? La ultima vez que me dedicaron algo termine con el corazón roto pero sabia que esta no seria la ocasión, todos me decían que Aleix no era Francisco, pero uno siempre tiene dudas.
Aleix trajo su móvil, me lo entrego.
-Quiero que leas muy bien la letra- asentí.
No quise hablar demás.
Pero tuve que hacerlo.
Lo que tu y yo tenemos, no quiero perderlo.
Y por mas que disimulo, se que puedes verlo.
Desde que llegaste, mi vida cambiaste.
Te convertiste en mi necesidad.
No puede ser solo una casualidad.
Tantos errores y tanta falsedad.
Solo tu me brindas seguridad.
Ahora me paso viendo tu foto.
Creo que me en volví.
Escuche atenta la canción, era la canción mas bonita que había escuchado, Aleix era muy romántico para mi gusto, pero ese romántico me gustaba.
-¿Te gusto?
-Me encanto, eres muy cursi, pero me gusta que seas cursi.
-Y tu eres tan anti-romántica que me gusta tu anti-romántico.
La noche transcurrió, en la cama, baño, lavamanos, escritorio, pared, etc. Eran las 5 de la mañana, quería seguir con todo esto, pero ya era tarde y mañana teníamos clases.
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Mi Salvación (TERMINADA)
Teen FictionNastia Petrova. Aleix De Costa. Todo comenzó en un internado en Madrid en el año 3021. Hijos de mafiosos, con un pasado que no les enorgullece . ¿Podrán encontrar paz? ¿Podrán ser su salvación?