CAPITULO 21

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El capitulo es mas largo de lo común, pero espero les guste.

ALEIX

-¿Cómo carajos quedo vivo ese rey estúpido?

Ese rey estúpido tenia que morir y le pediría ayuda a Ricardo, ese hombre le tenia un odio a sus padres, tubo que haber pasado por algo bastante feo si los odiaba al punto de negociar conmigo. 

-No lo sé, señor.

-Ve y me lo rematas, le cortas la puta lengua y la maldita cabeza- espete.

Asintió y se fue. Como carajo sobrevivió a un atentado "terrorista", no se lo contaría a Nastia de ninguna manera, ese rey maldito pagaría por manipular a Nastia y a Nikolay. Ya muchas cosas tenían encima, cosas de su papa, mis nuevos estudios. No sé cómo no explotaba en mil pedazos con tantas cosas que tenía en la cabeza, ayudándole con los trabajos pendientes que quedaron, mientras estudiaba ingeniería horas y horas sentado en el maldito escritorio.

-Al fin llegan- espete al ver a Stive y Daniel.

-Ya, hermano, esa directora es un dolor de cabeza.

-Te creo.

-Quiero ver a mi hermosa novia- dijo Daniel- dos semanas fuera es mucho para mi.

-Yo no veré a la mía en un mes- este fue Stive.

-A la mía la veo todos los días.

-Maldito con suerte.

-Venga, vamos, tengo que atender a una rubia.

-Estamos completamente perdidos por esas preciosuras- aseguro Stive.

Yo sí que estaba perdido, ver sus ojitos azules como el cielo, su sonrisa, algunas pecas que le empezaron a salir de la nada, la hacían ver más hermosa. Ella no se había dado cuenta de sus nuevas pecas, tenía una fotografía de ella durmiendo cuando me di cuentas de esas machas café de su piel.

Cuando llegamos al internado, Stive se fue a su habitación, Daniel a atender a una rubia, y yo, me encamine a la habitación de Nastia, no toque ya que la puerta estaba entre abierta, las luces estaban encendidas, mire su cama, no estaba, dirigí mi mirada a su escritorio, tenía todo desparramado, entre pliegues de cartulinas, imágenes de no sé qué, pegamento, brillitos por todo el suelo, y ahí estaba apoyando su cabeza sobre sus brazos, estaba dormida, hasta dormida se veía hermosa esta mujer. La sostuve con mis brazos, llevándola a la cama, se removió un poco pero no despertó, llame a Laurel para que limpiara el desastre mientras le colocaba el pijama a Nastia. Era increíble como esa mujer tenía un sueño tan profundo.

Ya estaba todo igual, Laurel no demoro menos de 10 minutos en arreglar todo eso. Iba camino a la puerta cuando sentí como un reclamo por parte de Nastia, se empezó a remover de la nada, su respiración se tornó agitada, empezó a sacar con los pies la ropa de cama.

-No- susurro- ¡No! - alzo un poco la voz- ¡NO! ¡MI BEBE! - se removió en la cama.

Empezó a gritar varias veces "no", empezó a llorar sin control, me acerqué a ella lo más rápido que pude.

-Nastia- la removí- vamos, despierta.

-¡NO! ¡MI BEBE! - despertó de golpe.

Sus mejillas estaban mojadas, me miro estupefacta, lo único que pude hacer era abrazarla, besé su cuero cabelludo mientras pasaba sus brazos por mi torso acercando con fuerza. Estuvo llorando por más de una hora hasta al final que se quedó dormida. Pensé que esto no le estaba pasando, pero pensé mal, eso nunca se iría de su cabecita.

-Ya, tranquila, ya paso.

-Fue horrible, Aleix.

-Tranquila, yo estoy aquí para cuidarte.

Mi Salvación (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora