CAPITULO 18

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NASTIA

Matar a Antonio, fue sacarme un peso de encima. Si no fuera porque Aleix tomo cartas en el asunto no podría haberlo matado, por que la verdad era que le tenia afecto a Antonio pero por el hecho de que era el padre de mi hijo, pero bueno una rata menos en el mundo. No sentía empatía o remordimiento ni mucho menos arrepentimiento, se lo merecía por todo lo que me hizo, por todo lo que llore por su culpa.

Sali de mis pensamientos cuando Aleix se aclaró la garganta, mientras pasaba su brazo por encima de mis hombros acercándome a el.

-¿Cariño?- hablo Aleix.

-Mmm.

-¿Vamos a un antro?

Pero que buena idea tenia mi novio, cerca de las bodegas estaba la playa, de solo pensarlo la paz recorria mi cuerpo.

-Luca, vamos a la playa.

-Si, señorita

-¿A la playa?

-Claro, allá están las mejores fiestas.

-¿Qué playa?, señorita.

-Viña del mar, Luca.

Mientras íbamos camino a Viña del Mar, miraba el paisaje, extrañaba venir a Chile, ver su paisaje, tantos recuerdos buenos pero los malos, volvían a mi mente, negué para no recordarlos, solo recordar los buenos; cuando venía con mis amigos a disfrutar del mar.

Quede pasmada al ver ese lugar, donde mi vida se volvió un infierno, abrí la puerta mientras el coche freno de golpe. Baje al mirar el nombre del local: EL TERREMOTO. Volvieron todos mis recuerdos malos. Como pase de estar disfrutando en una playa a estar derrumbada, cerrar los ojos era un infierno para mi en ese momento. Maldito recuerdo.

¿Por qué tan solita?, muñeca.

Mis ojos se llenaban de lágrimas, me abrase por el frio, también recordar como ese perro me tocaba.

-Serás mía, pequeña zorra-me tomo entre sus brazos consumiéndome en el pequeño callejón de al lado.

Volvía sentir como me rompía la ropa, me lanzaba al suelo mientras mi cabeza dio un golpe demasiado fuerte pero no me dejo inconsciente, recordaba sacar mi móvil, mientras le mandaba un mensaje a Doisan. No tenía mi arma en ese momento.

-¿Nastia?- escuche la voz de Aleix desde lejos- ¿estas bien?

Lo vi frente a mí, me paso las yemas de los dedos debajo de mis ojos. Mí rostro quedo en sus manos.

-Reina.

Reaccione al instante al llamarme Reina.

-¿Qué pasa?

-¿Por qué lloras?- su cara de preocupación me lo dijo todo.

-No...por nada-negué- vamos, en dos cuadras ahí un antro muy bueno.

Llegamos al antro, salude al hombre encargado del lugar, di mi nombre y nos mandaron a la zona vip. Y tengo tanta mala suerte que me encuentre a Ricardo II Bretton. Rodé los ojos cuando nuestras miradas se cruzaron.

¿Por qué carajo está en chile? Seriamente este me sale hasta cuando voy al baño, ya me empieza a dar dolor de cabeza ese rey estúpido.

-Nastia Petrova-hablo el rey de Inglaterra.

-Ricardo II Bretton. Mira amor.

La cara de espanto de Ricardo fue todo un espectáculo.

-Rey Ricardo- Aleix le extendió su mano.

-Ricardo respondió- Fredic.

-No, Aleix De Costa.

-¿Aleix De Costa?- Aleix asintió.

-Bueno- interrumpí- cariño, vamos.

-Vamos.

-Fue un placer, verte Ricardo.

-Igualmente.

No, no fue un placer verlo, pero no podía ser descortés delante de Aleix, el no sabía nada. Los malditos padres de Ricardo metieron a la cárcel a mi padre, pero al ser el dueño de España podía tener libertad dentro de la cárcel. Esperaba con ansiedad ir a rescatar a mi padre, me haría a dar a respetar y mataría a todos los que se metieran conmigo o con mi familia eso era sentencia para todo y todos.

Simplemente quería matar a esos reyes por meter a mi padre en una carcel, lo que mas me cabreaba era que la gente no aceptara un NO por respuesta, y yo daria mi mejor respuesta al rescatar a mi padre.


Bueno es un capitulo cortito, espero les guste, mañana habrá dos nuevos mas.

Mi Salvación (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora