El tirano de los mares [BkDk +18]

Aguas cálidas

Hola buen sábado, tenemos actualización y una pelea con la plataforma o la aplicación, no estoy segura de cual o como pero no me había estado notificando comentarios de la historia, grrr, tuve que reiniciar. 

Jóvenes perdonen la palabra pero ya estuvo suave, wattpad es una perra.

Enjoy!

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 Katsuki meditaba circunspecto lo mencionado por Kyoka. Ya no se encontraba escéptico pero algo en todo eso no le gustaba cómo encajaba, así que permaneció en silencio dando como respuesta de atención ladear un poco su rostro en desconfianza.

—Es normal de que no me creas-... —mencionó Kyoka recargándose a una pared con sus manos a la espalda de apoyo, el otro la interrumpió casi inmediatamente.

—Te creo, más no me gusta donde está llevando esto —reclamó con franqueza. —¿Ayudarlo? ¿Por qué harías algo así tratándose de la persona que me llevó justamente hacía aquella mujer que me encomendó capturarlo?

No tendría por qué dudar del supuesto vínculo que la joven adquirió también en algún momento, su fuerza y sentidos agudos eran la evidencia suficiente adjunto de esa curiosa aura que únicamente había distinguido de ella, lo probable es que él también cargaba con algo así encima que otros como él pudieran diferenciarlo.

Kyoka levantó una mano para rascar su sien incómoda de responder.

—No te ofendas pero nunca esperé que lo consiguieras. Era muy poco el tiempo para algo tan complicado, solo se me ocurre que hubieras visualizado el objetivo antes sin conocerlo.

El rubio resopló tras escuchar que había sido subestimado.

—¿Y acaso quieres que te diga donde lo tengo encerrado o algo así? Sigo sin confiar en ti —masculló frunciendo el ceño, en realidad nada de eso se acercaba a la sincera situación pero no quería ser obvio con esa mujer. Kyoka levantó sus iris para retomar a mirar a Katsuki con desagrado.

—Que mal porque yo sí confío en ti, no quisiste entregarlo y eso dice bastante —reclamó sosegada sin inmutarse a las burdas amenazas. —Ni siquiera a Kaminari le he dicho, eres la primera persona que le cuento mi posición, lo mejor es que no se expanda ese secreto que otorgan esos seres; Nemuri-san también lo cree y por eso no te dio detalles antes de que  intentaras capturar uno.

Katsuki negó su cabeza por controversia de lo que estaba escuchando.

—¿Y me dirás que tampoco remataste al que llegaste a capturar? —Burló al considerar lo hipócrita que estaba siendo, su rostro cambió extrañado al percibir como Kyoka gesticulaba nerviosismo y algo decaída evitando el contacto visual.

—Sí, bueno... mi situación es un tanto particular, yo no... —silenció pensativa hasta retomar el rumbo previo de la conversación. —Pero por eso pude saber unas cosas de ellos, si quieres arreglar este problema de la inquietud furtiva debes avanzar, no puedes simplemente rodear y seguir como si nada.

—¿Evitarlo? Yo no estoy haciendo eso —exclamó indignado de la idea, pero recordaba lo mencionado por Izuku de que prefería no volver a verse y le tomaría la palabra.

La chica afirmó resignada de darle la razón al rubio para que espabilara y continuara prestando atención.

—Entonces si quieres volver a tener esa paz mental y poder estabilizar estas nuevas virtudes que te cedió deberás reencontrarlo, son pocos los métodos para hacer feliz a uno de ellos pero muy simples. No vas deshacerte de él así que deberás mantener un vínculo estable.

Katsuki puso los ojos en blanco resignado de la insistencia de Kyoka.

—Son hermosos y místicos ellos, ¿verdad? —ante el silencio incómodo del rubio ella rio entre dientes. —En parte es por su vanidad, ellos adoran su piel y cualquier mínima lesión es un pecado terrible en ellos, su piel es tersa y suave por lo mismo.