Ahógame

1.1K 165 63
                                    

Aun adormilado, Izuku se reincorporaba con el entorno dándose cuenta que ya había amanecido. Frotó uno de sus ojos desde su misma posición e inspeccionó con detenimiento, se encontraba desnudo dentro del camarote principal acostado en una cama y parte de su cuerpo sobre el torso descubierto de Katsuki, el cual aun se mantenía dormido.

Lo observó con detenimiento apreciando ese rostro imbuido en serenidad. Las palabras que le confesó anoche era un ruido que le generaba en mente, si Katsuki tenía poco tiempo había que buscar una alternativa efectiva para prolongarla su flama de vida. Recargó su cabeza al pecho sintiendo su calor, el bombeo pasivo de su corazón y como elevaba su caja torácica respirando tranquilamente.

A todas las diosas que conocía, al sagrado mar, lo que fuera... se destruiría la garganta suplicando a cualquiera para que continuara vivo.

La petición que Bakugo le dio fue algo sorpresivo que debió haberlo regocijado en felicidad, pero ahora se sentía como si fue la propia arma que dañaría a su amado. Si tan solo Burnin' hubiera mencionado más detalles o hablado adecuadamente con el nereida pudiera buscar con mayor facilidad que hacer ante la sentencia contra Katsuki.

Nuevamente levantó su cabeza para observar el rostro del rubio tras percibir un cambio, el cuerpo tensó y escuchó un quejido, poco a poco la serenidad en su cara difuminó  al arrugarse entrecejo tedioso.

Izuku se dio la idea de que nuevamente había comenzado un mal sueño que lo haría despertar cansado y de mal genio, así que procuró calmarlo de alguna manera. Recordó un arrullo muy frecuente en canción de los sueños, por lo que levantó un poco para posicionarse cerca de una de las orejas de Katsuki y comenzar a musitar con su deleitable voz un suave cántico mientras acariciaba su cabello.

El ceño fruncido en Bakugo tembló y con un gruñido de su boca levantó precipitadamente provocando golpear su frente contra el otro.

Pareciera que el fuerte impacto había sido lo de menos para el rubio puesto que estaba agitado sentado en la cama mientras su palma tanteaba su pecho con estrés. Sus iris escarlatas temblaban cerciorando que no tenía ni una herida como había sentido previamente, bajó su mano a tantear ahora su abdomen recordando la sensación que en pesadillas anteriores a ésta no tuvo.

Exhaló pesadamente con escándalo mientras cerró sus ojos por unos momentos meditando, segundos después al abrirlos notó a Izuku a su lado encogido en sí mismo mientras sus manos estaban en su frente sobándose.

—¿Qué te pasó? —Cuestionó Katsuki escuchando los pequeños quejidos de Izuku.

—Ya... entiendo mejor porque te dice cabeza dura... —susurró Izuku adolorido del golpe en la frente, pero pronto se centró en el otro. —Kacchan, ¿qué ocurrió? De la nada empezaste a quejarte y eso que estabas tan tranquilamente durmiendo.

—No lo sé, ese estúpido sueño inconcluso me saca de casillas, aunque ahora fue más fuerte... desperté en dolor.

—¿Te sientes enfermo? —Restando importancia a su golpe acercó su mano removiendo el fleco de Katsuki para asegurar que tampoco se había lastimado por el impacto.

—No, no realmente —respondió sosegado, acechando con detenimiento al preocupado peliverde —, pero, ¿sabes que me haría sentir mejor?

—¿Mejor...? —Repitió extrañado, Katsuki solo afirmó asintiendo.

El nereida notó como se acercaba a sostener su cabeza para inclinarle un poco y así darle un beso a su frente donde se había golpeado, antes de poder reaccionar aquella mano en su cabello verde descendió acariciando su mejilla hasta llegar a la barbilla y levantarlo unos ángulos, en perfecta sincronía para ahora besar sus labios.

El tirano de los mares [BkDk +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora