Un Shen para binghe

capítulo 8

Hola como están, espero de maravilla, presentando el capitulo 8, espero que lo disfruten mucho.

Agradezco a las personas que leen, comentan y dejan su voto, se los agradezco mucho.

-"pensamientos"-

Sin más que decir comenzamos.

*

Shen Yuan esta más que sorprendido por la forma en las que han cambiado las cosas, no espera que Ning ying ying fuera tan hábil con la espada, se pregunta que fue lo que hizo que cambiara y Ming Fang parece que ahora se lleva bien con Binghe, eso hace ponerse feliz, todo cambia cuando le comunican que el protagonista se encuentra peleando contra demonios fantasmas, esas palabras lo hacen moverse a dónde su loto se encuentra.

Tanto Ying Ying como Ming Fang le siguen desde lejos, de cuando en cuando Shen Yuan les deja algunos demonios para que ellos entrenen, pero su interés es ver a Binghe, (aclaremos, es ver que tan fuerte es el protagonista ahora, no por otra cosa).

Hasta que lo ve, con una espada entre sus manos, peleando con habilidad, demostrando que es él protagonista de esta novela de sementales.

Su pecho se hincha de orgullo, al ver a su loto blanco crecer en poder, le agrada la idea, de que pronto recuerda que  habrá dos candidatas que puedan ser su pareja de cultivo.

Sus pensamientos se ven cortados al sentir ese par de ojos se dirigen a su persona, siente la calidez al verle correr a su encuentro, tal vez no se espera aquel abrazo, ni siquiera unas palabras tan cálidas de su discípulo.

Shen Yuan se embriaga un poco por esa reacción tan inocente.

El momento se rompe, cuando escucha a Ming Fang gritarle a Binghe y este se separa a regaña dientes.

—Shizun— dice Ning Ying Ying quien observa un poco aquella interacción. — los demás discípulos se encuentran en el puente arcoíris intentando detener a los demás demonios. — declara Ning Ying Ying, mientras que al fondo Binghe y Ming Fang se miran con cierto desprecio, pero no con odio.

Shen Yuan entiende lo que su discípula le ha dicho y comprende lo que debe hacer,  sacando su fiel abanico con esa elegancia que le caracteriza, se cubre el rostro para ver a sus tres niños mirándole con respeto.

—este maestro se encargará de esos demonios, no quiero que ninguno salga herido— con esto último sus discípulos reverencian antes esas palabras que los llenan de orgullo.

Una última mirada Binghe y viceversa antes de encaminarse al puente arcoíris.

Shen Yuan no se espera este tipo de caos, una cosa es leer lo que sucede, otra muy diferente es estar en primera fila, viendo algunos discípulos heridos o noqueados por la fuerza de esos demonios.

Su corazón se ablanda al darse cuenta de lo crueles que son los demonios para con esos niños, golpea su abanico con su mano, camina en dirección a esos demonios que están hostigando a los discípulos.

Los pequeños al ver que esta un maestro presente y no se quedó aislado  después de que rompieran la comunicación con las demás cumbres,  se alegran de no estar a la deriva.

Eso hace que Shen Yuan se preocupe un tanto más de lo que se imagina.

Si bien ha mejorado su cultivo en las cuevas espirituales y como plus el haber salvado a Liu Qingge, ahora está más que seguro que si se equivoca, estos pequeños se podrían desmotivar.

Así con cierta determinación brillando en sus ojos, se presenta como el maestro del pico Qing Jing, la mujer que lidera a todos esos demonios se presentó.