EXTRA

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Muchas gracias a todos por llegar a los 100+ de votos, porque si ya debía el extra por los votos, esta mujer que tiene trabajos que hacer, así que aun tengo pendiente el extra por llegar a los 1k+ sin mas que decir.

Disculpen los errores ortográficos

Disfruten la lectura.

Binghe puede decirse que es dueño de todo lo que ven sus ojos y más allá, esposas que son unas bellezas y son de diferentes lugares, le gusta pensar sobre su gran riqueza, así como el tener descendencia, esta conforme, pero no feliz, algo desde hace tiempo se ha adueñado de sus pensamientos, es desde la muerte de su Shizun quien le trato como un animal, algo dentro de él siente que le falta, ve a sus hijos pelear para mostrar su valía, solo ocasiona que se sienta extraño, si bien con su descendencia no les ha tratado como basura o bestias, algo de él le causa conflicto, quiere entender el que puede ser, pero nada parece decirle el motivo de ese sentimiento.

Así que tomando sus cosas y dejándoles instrucciones a sus tres principales esposas este se marcha, él regresara con una respuesta, mientras tanto por que no viajar un poco a lejanas tierras las cuales pueden ser productivo para él.

Y su viaje comienza dejando sus tierras, dejando parte de él atrás, dejando recuerdos amargos y pensamientos algo turbios, continuar su andar, su caminata a veces se detiene para ayudar a pequeños pueblos, a cambio recibe donde dormir.

A ocultado su identidad, el sabe que es vigilado, cualquier duda o mal paso podría causar la caída de su reino y él no se puede permitir eso, así que continua, fingiendo ser un cultivador errante.

Sus ojos llenos de curiosidad ante nuevas cosas que llaman su atención, y camina por lugares antes inexplorados, cruza grandes lagos, y sigue su marcha, para cuando siente que ha dejado su reino y todo lo demás han pasado cuatro meses.

Son productivos piensa eso, nuevas culturas, nuevas ropas, nuevas bellezas, nuevo todo, por primera vez se siente bien consigo mismo, pero eso dura poco cuando en sueños solo puede, vislumbrar una espalda y una mirada llena de odio.

Despertara con un humor de perros y odiara cada segundo a esa escoria que le toco de maestro.

Todo cambia cierto día, sus pasos le han llevado a un interminable desierto el cual sus ojos se han acostumbrado, ha llegado a un pequeño reino en medio del desierto donde las ropas son diferentes, donde las mujeres son hermosas y se pregunta si alguna de ella podría convertirse en una de sus nuevas esposas, sonríe y coquetea con cierto descaro logrando causar sonrisas tímidas, y otras regresan la coquetería, se siente halagado, y piensa que por que no llevarse más de una.

No es hasta que un grupo de hombres a caballo se presentan y estos ocasionan un revuelo que gracias a su maestría con la espada acaba con esos maleantes.

Un silencio que se cubre en la ciudad antes de estallar en alegrías y agradecimientos.

Binghe no lo espera, menos que lo lleven a comer a un lujoso restaurante donde le sirven gran variedad de platillos, Binghe se siente bien.

Él piensa en quedarse unos días que se convierten en otros cuatro meses, aprende de la cultura de ese reino, donde lo tratan con respeto, las mujeres se desviven por él, lo tratan como un rey y Binghe no se niega a las atenciones requeridas.

Puede ver como es diferente la vida de ese lugar, el respeto la educación todo sorprende a Binghe, no es hasta que un día donde le invitan a una fiesta en la cual se presentara una adivina de gran renombre.

Él duda, pero termina aceptando, así que es colocado en un trono, donde mujeres se sientan a su lado le dan de comer, acepta con gusto, pronto mujeres se presentan con velos cubriendo parte de su rostro, ropas que muestran sus figuras, y Binghe no puede pensar en alguna de sus esposas que usen esas ropas.

Un Shen para bingheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora