El futuro Heredero✔️ (BORRADOR).

CAPÍTULO DOS

Compromiso.

Nicholas

Salgo del gimnasio todo sudado luego de hora y media de ejercicio. Decido buscar un poco de agua, y en el camino me encuentro con mis padres en el comedor.

—Guten morgen —saludo simpático.

—No es necesario que hables alemán, hijo
—espeta mi padre bebiendo su café—. Ya no estás más allá.

—Déjalo, Joseph. Si a mi hijo le gusta, no hay el porqué impedírselo, además, hablamos alemán.

—Exakt, padre —le guiño un ojo y él rueda los ojos divertido.

—Los del servicio no lo van a entender.

—¿Y eso qué? Es gente insignificante —espeta mi madre.

Excepto una.

—Son personas como todos, Celine. Merecen el mismo respeto —continúa mi padre—. Dione me contó que le dijiste algo que no entendió ni una mierda.

Trago grueso al escuchar el nombre de esa diva. ¿Quién se cree qué es como para faltarme el respeto como lo hizo?

Prefiero colgarme de un árbol que estar con ella, es un tremendo dolor de huesos.

Mis padres continúan su pequeña discusión y yo doy esto por zanjado, así que me dirijo a la cocina para beber mi vaso de agua e ir a ducharme.

Abro la puerta y veo como la chica en la que estaba pensando hace unos segundos, está terminando su merienda o cena. Sonrío un poco al ver que se queda embobada mirándome, chasqueo mis dedos y ella parpadea varias veces para volver a la realidad.

—Mis ojos están aquí, preciosa.

Ella no responde y suelta un resoplido. Lleva su plato al fregadero y hace el ademán de marcharse a su habitación.

Eso sí que no.

—Sírveme un vaso de agua —ordeno.

—Sírvetela tú, no soy tu sirvienta.

Joder, ¿es qué no puede cumplir una orden sin responder y zarandear tanto?

—Me la vas a servir tú porque yo lo digo, no me hagas repetirlo —sostengo su brazo para que no se vaya.

—¿Alemania te hizo mal en el cerebro? —se suelta de mi agarre— No me jodas, Nicholas, ahora no estoy para soportarte.

No deja que le responda porque se va sin dejar que pensara en mi respuesta.

Maldita diva.

Luego de tomar el jodido vaso de agua, escucho mi teléfono sonar y lo saco de mi bolsillo para contestar. Es Ruby, mi "mejor amiga"

—¿Qué cuentas?

—¡Hola, freund! —saluda animada— ¿Vamos a una fiesta esta noche? Tengo ganas de salir.

Hago una mueca de cansancio, la verdad es que quiero quedarme encerrado y dormir por tres días.

—No creo que sea buena idea, Ruby...