CAPÍTULO OCHO

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Despertar.

Nicholas

Me remuevo en la cama mientras siento muchos movimientos en la misma. Suspiro y suelto un gruñido de frustración, ¿desde cuándo se mueve tanto en la cama esta chica?

En estos días, hemos dormido normal, colocando una almohada en medio de nosotros para dormir de nuestro lado y así, no acercarnos el uno al otro.

Abro los ojos y parpadeo para poder centrarme. Me volteo hacia Dione y noto que está temblando junto con una mueca de miedo.

¿Pero qué mierda?

-¿Dione? -quito la almohada, me acerco a ella para tocar su hombro y sacudirla- Dione, joder...

-No... mamá -balbucea mientras le tiembla el labio y niega lentamente.

Mierda, ahora resulta que tiene pesadillas la maldita piraña.

Me levanto de la cama y voy a su lado para sacudirla más rápido. Comienza a reaccionar poco a poco, pero no despierta.

-Dione... -niega frenéticamente- ¡Dione, detente! ¡Es una pesadilla!

Suelta un grito agudo que me rompe los tímpanos y se tapa la cara cuando despierta.

-A ver, cálmate -no tengo ni jodida idea de cómo manejar esto-... reacciona, Dione.

La vuelvo a sacudir y finalmente despierta, llegando a sus cinco sentidos. Me mira totalmente confusa y se quita las lágrimas de su rostro.

-¿N-nicholas? -lo dice más para ella que para mí- ¿Qué pasó?

-Estabas balbuceando varias cosas -prefiero no decirle que estaba diciendo-... no parabas de temblar y moverte como loca en la cama.

-Dios... -murmura y se pasa las manos por el cabello- lo siento...

-No es tu culpa -suspiro-. No seas tan dramática.

Trato de incorporarme para largarme a dormir otra vez. Ya demasiado hice para despertarme e ir a ver que cojones le pasaba, como para que me quede como una vela frente a ella.

Me quedo sorprendido y con el ceño totalmente fruncido cuando ella se abalanza hacia mí para abrazarme y comienza a llorar como una niña.

-¿Qué mierda haces? -trato de separarla, pero ella se aferra más, maldita sea.

-Necesito un abrazo.

-Abraza a la almohada, piraña -hago una mueca-. No suelo dar muestras de cariño...

-Por favor, Nicholas -se aferra a mi cuello-. Sólo son unos minutos, hasta que me calme. Y tranquilo, no te soporto ni un poco y esto no cambiará nada de lo qué pasa entre tú y yo.

Maldigo en alemán y accedo a abrazarla para que me deje de joder. Una de mis manos llega a su cabello suelto y no entiendo por qué lo comencé a acariciar lentamente.

Aspiro su olor, huele a vainilla y a rosas, no puedo evitar quedarme bloqueado, no reacciono al ver que estoy abrazando a esta maldita piraña.

El futuro Heredero✔️  (BORRADOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora