Pd: puse esa canción porque siento que representa mucho mutuamente a la piraña y al cenutrio.
Autocontrol.
Dione
Ya son las siete de la noche y me quedé con Nicholas para terminar de administrar las habitaciones del nuevo hotel. Mismo hotel al que a mi esposo no le ha dado la gana de decirme donde es.
Entro sin tocar la puerta, lo encuentro con la camisa arrugada, el pelo alborotado, y totalmente estresado por tanto trabajo.
Pobre cenutrio.
Cuando me ve, sus facciones se relajan un poco y sonrío en mis adentros, porque soy la única que logra calmarlo. Y sí, eso me eleva un poco el ego.
-¡No! -se frustra- ¡Las cortinas deben de ser blancas! -se queda callado mientras escucha lo que le dicen en la otra línea y rueda sus ojos- No me importa, pero lo van a resolver. Mi esposa quiere cortinas blancas en las habitaciones, ¡y será el único color que habrá!
Él cuelga y deja el teléfono en el escritorio. Hace una señal para que me acerque, palmea su pierna para que me siente encima de él y obedezco.
-¿Mucho trabajo? -peino su cabello.
-Sabes que sí, además, tengo mucho más porque la señorita quiere jodidas cortinas blancas e inglesas.
Sonrío como una niña pequeña.
-No me gustaba el otro color, ese verde oscuro le daba una iluminación muy tenue de día -él apoya su cabeza en mi pecho y me acaricia la cintura-. Agradece que yo aparecí en tu vida para evitar esa posible desgracia.
-Jodes demasiado, maldita. -espeta mientras me abraza más.
Esa es su forma de demostrar cariño, me insulta, me abraza y lo hacemos mutuamente. Es muy romántico de nuestra parte.
-Vete a la mierda un rato -ruedo los ojos.
-Vete a la mierda tú también.
-Aún casado, no paras de ser un ridículo.
-Y tú no dejas de tocarme las bolas cada que te da la gana.
-Pero aún así, te gusta consentirme
-sostengo su mentón para darle un beso-. A muchos les gustaría estar en tu posición.-Que lástima, porque yo soy el único que puede hacerte feliz -se encoge de hombros-. Nadie te va a llenar como lo hago yo, pequeña piraña.
Y tiene la razón, pero no se la daré, mi ego no me permite ser ni un poco equitativa.
-Ya quiero irme a casa -me levanto y me acerco a la puerta-. Vamos, debes de descansar, Nicholas.
Él se levanta también y esboza una sonrisa pícara, ya sé a donde quiere ir el idiota.
-¿Sabes qué hay muchas maneras de calmar el cansancio? Una de ellas, es que estés tú entre mis piernas -se acerca a morder el lóbulo de mi oreja- ¿qué piensas?
Suelto una risa baja y le doy un leve empujón.
-La verdad, es que no tengo ganas -aprieto mis labios-. Siento no complacerte el día de hoy...
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El futuro Heredero✔️ (BORRADOR).
Romance*Vieja versión, la nueva disponible en amazon* ¿Cómo te sentirías si de un día para el otro tienes qué casarte por obligación con tu peor enemigo? Bueno, fue justo lo que le pasó a Dione Murphy. Aunque ambos tengan diferencias, Dione acepta casars...