CAPÍTULO SEIS

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Inhala y exhala.

Dione.

Abro mis ojos cuando siento que me sacuden bruscamente, tampoco me sorprende que sea Nicholas el que lo esté haciendo.

Le doy un fuerte manotazo para que deje de sacudirme como si fuese una licuadora.

—Levántate, diva. Ya llegamos.

—¿Cuánto tiempo estuve dormida? —pregunto mientras me estiro.

—Tal vez unas diez horas.

—¿¡Qué?! —me sobresalto— ¿y dónde carajos estamos, en el culo del mundo?

Sonríe.

—Tal vez no en el culo del mundo, pero sí en otro continente.

—Pero...

—Ya vámonos, no estoy para responder a tus preguntas innecesarias.

Me deja con la palabra en la boca y baja del jet mientras se coloca sus lentes de sol. Maldito cenutrio.

Bajo detrás de él y veo un auto de color rojo brillante estacionado en frente de mí. Subo un poco indecisa y me encuentro a mi esposo al otro lado del auto.

—¿Dónde estamos? —pregunto mientras el chofer arranca.

—No tengo ni una jodida idea. Por si sabes, a mí también me tomaron por desprevenido, diva.

Ruedo los ojos y decido callarme. Le preguntaría al chofer, pero hay algo que divide la parte delante y trasera del auto, así que prefiero no molestar.

¿En serio mi suegro pensaba que iba a tener algo de intimidad con este mastodonte? Porque está completamente equivocado.

Poco a poco, el conductor va saliendo de la carretera vacía para ir llegando a la ciudad. La cual me quedo completamente boquiabierta al ver donde estamos.

—Oh por Dios —me tapo la boca—, ¿de verdad estamos en París?

Nicholas me mira con una ceja enarcada.

—Deja de actuar como si fuera el final del mundo, es sólo un lugar y ya.

—Ajá, lo dices porque has viajado por todo el mundo, pero yo no, Nicholas. Recuerda que nuestras posiciones sociales son diferentes.

—Ya no lo es —humecta sus labios—, eres millonaria.

—No me interesa su dinero. Sólo hice esto por...

—Sí, lo hiciste por tu padre, ¿quieres hacer un mantra de eso?

Lo miro completamente molesta.

—¿Qué cojones pasa contigo, idiota? Que te hayas pasado de copas y tengas resaca, no es mi maldito problema.

—¡Pues haz silencio de una vez y deja de aturdirme!

—¡Puedo hablar todo lo que yo quiera, para eso tengo mi boca! —estallo al igual que él.

—De veras que no entiendo como carajos pude aceptar esta jodida mierda —se pasa las manos por el pelo—. Eres un maldito grano en el culo y además te comportas como niña de cinco años.

El futuro Heredero✔️  (BORRADOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora