EPÍLOGO: Una familia funcional.

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-¿Estás seguro de qué hiciste todo, Nicholas?

Hago una mueca de cansancio mientras ruedo los ojos.

-Sí, obvio. ¿Por quién me tomas?

Dione entrecierra sus ojos a través de la pantalla y examina mis facciones. Es increíble que pueda leerme hasta en videollamada.

-A ver -peina su cabello-... te diré lo que tenías que hacer.

-Mhm -digo, somnoliento.

-Ayudar a Spencer con su tarea, peinarlo, lavar su ropa -cuenta con sus dedos-... planchar la ropa de Iris y comprarle más, contarle un cuento para que se duerma...

Ella se calla cuando me ve altamente sorprendido y ríe. Jodida piraña, me conoce tan bien.

-¿Y cuándo te darán las ganas de atender a tus hijos?

Resoplo.

-No me es fácil ser niñero. Sin ti no es lo mismo.

-Lo sé, pero ya regresaré mañana. Y espero que tengas todas las tareas completas, Nicholas Maxwell -eso lo dice en su tono de reprimenda.

-¿Sabes lo qué es estar dos semanas sin ti, piraña? -gruño- No puedo creer lo lejos que has llegado.

Y sí, mi hermosa esposa, ha logrado manejar un hotel por sí sola. Hotel el cual tiene mucho éxito, ya que está en el caribe, para ser exactos, en Jamaica.

Otra cosa es, que luego de varios años de trabajo y esfuerzo de su parte, pudo cumplir su sueño de tener una fundación para niños necesitados y abandonados. Tiene varias y la principal es aquí, en Nueva York.

Ahora, anda de viaje en las Bahamas, viendo un terreno para hacer otro hotel. Ella es muy reconocida por su trabajo, y me hace sentir muy orgulloso, ya que no necesita de mi apellido para conseguir lo que quiere. Es única.

-Yo también te extraño mucho, también a la mini piraña y al mini cenutrio -sonrío-. Por cierto, ¿cómo están?

Estoy por responderle, pero no es necesario. Justo aparecen esos dos demonios bajando por las escaleras, correteando uno tras del otro.

-¿Estás hablando con mamá? -pregunta Spencer de brazos cruzados y se asoma a la pantalla. Cuando ve a su madre al otro lado de la pantalla, da varios saltos de emoción- ¡Iris, papá está hablando con mamá!

-¡MAMI! -doy un respingo y la mini piraña me da un empujón- ¿Cuándo vas a venir? Papá no sabe contar los cuentos como lo haces tú.

-¡Ey! -me indigno- Sigo aquí, pequeña insoportable.

Dione sonríe con mucha ternura al ver a sus hijos, hasta los ojos le brillan.

-No se preocupen, mañana me verán -suelta un bostezo-. Ustedes deberían de estar dormidos, ¿por qué no están en la cama?

-Porque papá siempre nos manda a dormir una hora tarde -suelta Spencer y tapa su boca,
chismoso.

-Nicholas -ese tono de advertencia que me aterra-. Me entero de que mis hijos se vuelven a dormir tarde, y duermes en el patio por una semana.

-Uish, papá -Iris chasquea su lengua-. Creo que tendremos que buscar otro plan...

-¿Qué dijiste, Iris?

Da un respingo.

-Eh... que te quiero mucho, mami.

Y dicho eso, se va despavorida al piso de arriba, dejándome con Spencer.

-¿Y tú, Spencer Maxwell? -enarca una ceja- ¿También dormirás tarde?

Niega frenéticamente.

-Para nada, ¡es papá qué me obliga! ¡Regáñalo a él!

El futuro Heredero✔️  (BORRADOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora