CAPÍTULO VEINTIDÓS

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Calma.

Nicholas

Subo a la habitación y cierro la puerta lentamente cuando veo a mi esposa mirándose en el espejo mientras acaricia su vientre.

Sonrío de oreja a oreja y aparezco detrás de ella. Da un respingo al no darse cuenta de que estaba ahí, pero siguió mirando su proceso.

-Se nota finalmente -agarra mi mano y la coloca en su vientre para que lo acaricie en círculos-. ¿Ves? Que hermoso...

-Una embarazada muy sexy -le guiño un ojo y suelta una risotada.

-Estoy tan feliz por esto -se baja su camiseta y se dirige con cuidado a la cama-. Ya necesito saber qué es.

-Tranquila -me hinco frente a ella y le pellizco el brazo-. En unos días, ya serán los cinco meses, yo mismo te acompañaré para que veamos esto juntos.

Mi esposa aplaude de la emoción y me llena la cara de besos. Se ha vuelto demasiado cariñosa, y también más dramática de la cuenta, por cierto.

Los antojos son mucho peores, hay veces en las que duermo plácidamente a las 3:00 de la madrugada, y siempre viene la piraña a despertarme para que le consiga helado, pollo frito, o una hamburguesa, cada día pide algo nuevo.

Y bueno, también se levanta cachonda todo el jodido tiempo. De hecho más que yo.

Me fijo en la hora y me levanto de inmediato. Ya estoy tarde.

-¿Ya te tienes que ir? -hace un puchero y me abraza por detrás para no dejarme ir.

-Te prometo que regreso pronto, ¿sí?
-sonrío, me volteo para apoyar su cabeza en mi pecho y peinar su cabello- No me extrañarás tanto.

-Claro que lo haré, ¿a quién voy a sacar de sus casillas mientras tú no estés?

Esa maldita piraña.

-Puedes dormir.

-No puedo dormir si no estás conmigo.

Han pasado meses, y aún me sorprende tanto lo revoltosa y babosa que se ha vuelto.

-¿En serio te das cuenta de cuánto has cambiado?

-Cállate, cuando nazca nuestro hijo, créeme que dejaré de ser tan empalagosa -ruedo los ojos, divertido-. Ahora, abrázame.

-Ya lo estoy haciendo...

- ¡Pero abrázame más!

Obedezco a los dos segundos y la apretujo más hacia mí, si no hago lo que dice, luego me manda a dormir al patio.

-¿Me quieres?

Asiento suspirando.

-Te amo.

Alza su cabeza rápidamente y me sonríe como si fuese una niña pequeña, es tan hermosa la maldita piraña.

-Dilo otra vez.

-Te amo.

-¿Mucho?

El futuro Heredero✔️  (BORRADOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora