CAPÍTULO VEINTISIETE

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Veo en ti la luz.

Nicholas

Dejé en un total desastre la cocina.

¿Quién diría que cocinar realmente es muy complejo?

Hoy es el cumpleaños de Dione y decidí hacerle el desayuno, aunque hubiese sido mejor idea que los cocineros de la casa lo hubiesen hecho.

En estas semanas, he contratado el servicio de esta casa para que no se sienta tan solitaria cuando no estemos. Además, coloqué cercas eléctricas -orden de mi esposa- para asegurarnos de no llevarnos otra sorpresa.

Bueno, la sorpresa se la llevará Dione al ver este total desastre de harina. Pero aún tengo tiempo de limpiar...

-¿Qué. rayos. pasó. aquí?

Doy un respingo y me volteo hacia la piraña. Está recién despierta, con todo su cabello alborotado e igual que su pijama.

Sostengo el plato de waffles y se lo muestro con una sonrisa angelical.

-¿Sor... presa?

Se queda varios segundos mirando al plato y a mí, dudosa.

-Para hacer un simple desayuno, ¿tuviste qué destruir la cocina? -asiento- ¿Por qué no ordenaste a qué lo hicieran?

-Porque les di el día libre -me encojo de hombros y dejo el plato en la pequeña mesa-. Este día, sólo estaremos tú y yo.

Enarca una ceja.

-¿Y Spencer?

-Está con Chloe y su abuelo, así que está en buenas manos.

Se calma al instante al saber que dejé a nuestro hijo con personas de confianza.

-¿Y qué haremos hoy?

-Muchas cosas -ella se acerca a mí y me quita la harina cuidadosamente de la cara-. Una de ellas, es que después de que desayunes te bañes, porque vamos a salir.

-Si vas a comprarme uno de tus detalles caros, vete olvidando de eso -toma un tenedor y le da un bocado a los waffles, traga con dificultad y hace una mueca, pero hace su esfuerzo de sonreír-. Wow, debo de admitir que están deliciosos.

Sonrío con suspicacia.

-Quiero comprarte cosas que valen la pena, como tú.

-No necesito detalles para que me demuestres tu cariño, Nick. Sé que me quieres, y con eso me basta.

-De veras que eres tan... inusual.

Me mira incrédula.

-¿Tus otros ligues disfrutaban hacerte gastar el dinero? -hago una mueca- Que bien, vete con ellas.

Río en mis adentros.

-¿Celosa?

Niega.

-No necesito estarlo porque eres mío -sigue comiendo, aunque sé que no le gustó-. Los detalles no son sólo lujos, ¿ves cómo buscaste recetas por días solo por hacerme feliz con unos waffles? Eso, se llama amor, Nicholas. Y yo te amo cada día más solo con tu mísera existencia.

El futuro Heredero✔️  (BORRADOR).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora