𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐

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  Que Jungkook fuera un adicto a los comics resulta ser un efecto colateral al no ser precisamente alguien sociable

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  Que Jungkook fuera un adicto a los comics resulta ser un efecto colateral al no ser precisamente alguien sociable. No le molesta, de hecho era demasiado agradable. Había encontrado un pequeño rincón que lo recibía siempre incondicional, encerrado en su habitación por horas y horas hasta que la vista se le cansa tanto que apenas puede abrir los ojos y termina dormido a media madrugada sobre un nido desordenado y babeando sobre las hojas.

  Solía habitar aquel rinconcito en soledad, no porque quisiera, si no porque su circulo social era demasiado pequeño, y si su padre, hermano y cuñado se habían negado rotundamente a seguirlo, solo Jimin podría hacerlo, y el omega estaba demasiado entusiasmado en los dramas juveniles como para prestar indicios de interés a los comics.

  La biblioteca de la universidad, esextravagante. Ridículamente inmensa y llena, repleta de libros que nadie podría leer en su totalidad incluso si dedica su vida a ello. Y había de todo, desde revistas de farándula de occidente hasta incluso algunas lecturas exclusivas y a las que no se podía acceder con tanta facilidad. A Jungkook realmente no le interesaba nada de aquello, aunque si tenía cierta curisidad. Lo que si disfruta tanto como adora, son las extensas repisas en un número de cinco ubicadas en el mismo pasillo y que adorna un aburrido cartel que las define como la sección de "novelas gráficas".

  Las estanterías son de roble oscuro porque parecen ser de las más viejas dentro de la biblioteca, ya casi al final de la gran edificación, en el segundo piso. Y el olor a libro, mezclado con el sutil aroma de las flores de cerezo que se mecen contra las ventanas lo reconfortan.

  La mochila le pesa contra la espalda cuando sube las escaleras bajo la escasa iluminación anaranjada de la tarde, y se la saca para tomarla de la correa, siendo cuidadoso con los movimientos, viendo algunos alfas rebuscar entre los estántes sin siquiera prestarle atención a su llegada.

  Tamborilea la portada del comic que viene a dejar, mientras camina la distancia que lo lleva hasta la sección que busca.

  Va por el cuarto tomo de Blood Devil, y planeaba llevarse el quinto y el sexto para leer durante el fin de semana. No era en sí la falta de pendientes, si no la resignación a vivir correctamente sin estar al día con la facultad en un equilibrio que Hobi había descrito inteligentemente saludable.

  Como era costumbre, nadie más que él se pasea por los últimos estántes hasta detenerse en donde sabe la colección de Blood Devil se encontraba, bufando cuando no la encuentra, y estaba seguro...

  El aire se le escapa cuando los vé dos repisas más arriba, y puchereando quizá con algo de molestia en anticipación, intenta alcanzarla. Se estira sobre toda su longitud, hasta que la remera debajo del hoddie deja que la friza le roce la piel del abdomen, y sus finos dedos apenas dieron con la parte baja del lomo del quinto libro. Suspirando ante el esfuerzo, estirándose un poco más y dando con la etiqueta mal colocada que la biblioteca usaba para proclamarlo de su propiedad y que se había despegado en una esquina por el paso del tiempo.

𝐓𝐡𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐭𝐭𝐢𝐞𝐬𝐭 𝐚𝐥𝐩𝐡𝐚ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora