El sol comenzaba a tornar el cielo anaranjado y amarillo allá donde supuestamente se escondía. Taehyung recargó su cabeza contra el vidrio con la esperanza de recobrar un poco de energías perdidas en el largo viaje. Y aunque habían salido antes del almuerzo, estaban llegando casi al finalizar la tarde.
La señora Kim, quien charlaba amena con uno de sus ayudantes, se acercó cuando el bus comenzó a perder velocidad y les sonrió, buscando en un bolso deportivo sobre su asiento lo que parece ser un micrófono.
Yoongi a un lado le rodó los ojos hastiado, y Taehyung no entendía del todo que rayos hacía el pelimenta allí, si ni siquiera le gustaba moverse más de lo necesario para caminar a cada clase que no quedaba a más de veinte pasos. No lo imaginaba intentando seguir algunos de los juegos de deporte que seguro se desarrollarán. Y lo mismo aplicaba para él, porque Taehyung no era deportista, estaba a millas de ser uno.
Mas a todos parecía motivarlos diferentes asuntos, porque las faltas serían justificadas y Yoongi no tendría que asistir a clases durante esos dos días, así como Taehyung no podría aguantar estar dos días lejos de aquella esencia que percibe de lejos, incluso si esta proviene del piso inferior del bus, y tiene que atravesar capas de metal y alfombrado. El alfa casi podía imaginar el aroma en una nube tenue y morada, viajando desde el piso inferior, subiendo por las escaleras y deteniendose justo frente así, para que él lo oliera, para que lo ansiara.
Y es extraño, Taehyung nota, porque solo el parece percibir aquel aroma y no es menta. Asimila, mas no termina de entender. Aquello que siente casi asfixiante es mucho más que una simple menta, dulce, está seguro, mas no logra percibir bien a que huele del todo. Y no es molesto, aunque si dificil de ignorar.
—Bien, ¿Cómo estuvo el viaje? —preguntó la alfa y varios estudiantes abuchearon medio en broma haciendola reír, su piel arrugandose en la comisura de sus ojos— No sean malos. En todo caso me alegra informarles que llegamos a destino —y quizá ella esperaba algún tipo de festejo, por lo que se decepciona al verlos mantener la compostura.
Yoongi a un lado se burla con un bufido, consiguiendo un golpe de Taehyung quien lo regañó con la mirada.
—Dime que no será demasiado esfuerzo —susurra y aunque no tiene realmente un destinatario, hace al castaño sonreír.
—Apuesto a que la pasarás fatal.
Cuando bajan, casi al final por estar ubicados mal y porque Yoongi no quería estar apretado entre las personas, no tarda ni dos centésimas en reconocerlo, a no más de veinte pasos, con la mochila que cargaba al comienzo descansando sobre el pasto a un lado.
Y su lobo parece haberse familiarizado con la presencia, quizá con el aroma porque lo siente incluso antes de mirarlo, sabe donde está, incluso puede percibir que esta cansado, quizá por los resagos del viaje quiere creer, y lo confirma cuando lo ve parpadear pesado mientras se despereza y recorre el campamento con la vista, con los ojos opacos.
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𝐓𝐡𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐭𝐭𝐢𝐞𝐬𝐭 𝐚𝐥𝐩𝐡𝐚ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ
Fiction généraleJungkook ingresa a ChongSeon, una universidad exclusiva para alfas, dispuesto a estudiar arquitectura, con el pequeño inconveniente de que, bueno... el no es precisamente uno. Por otro lado, Taehyung no entiende porque después de tantos años de atra...