𝐓𝐡𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐭𝐭𝐢𝐞𝐬𝐭 𝐚𝐥𝐩𝐡𝐚ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔

 

  El viaje a casa es tranquilo, Jungkook debe decir. Se sentó al lado de la ventanilla y tuvo suerte de que fueran pocos los que viajaran cerca de esas fechas, ya que el asiento contiguo estaba vacío. Además, durmió todo el camino de vuelta, despertándose solo cuando su celular vibró en el bolsillo de su campera para indicarle la posible cercanía a Busan.

  No sabía que tan bien iba a salirle el plan, pero confiaba ciegamente en que con su buenas técnicas de manipulación y con un poquitito de suerte, todo se daría tal y acorde a lo planeado.

  Decirle a su padre que llegaba a las tres de la tarde, siendo su horario estipulado a las dos, le daba tiempo para correr al baño y volver a ser el Jeon Jungkook que su padre estaba acostumbrado a ver. Así que se quitó los jeans anchos por unos un poco más ajustados oxford y el buzo tres tallas más grandes por un lindo sweater lila, colocando el colgante de corazon de plata que su padre le había regalado para navidad, y quizá el bálsamo de fresa le devolvió un poquito de aquella identidad que creyó perdida durante aquellos dos meses fingidos.

  Y no era que Jungkook se considerara menos omega al usar ropas que usualmente usan los alfas, sino que se trataba de su propia comodidad y de su propio estilo. La manera en la que gustaba observarse en el espejo. Y quizá aquellos ropajes le quitaban un poquito de confianza, que gana cuando suspira tranquilo al contemplarse en el espejo manchado de la estación, y encuentra algo bonito devolverle la mirada.

  Jungkook sale del baño acarreando con una mochila gigante, lo cual dificulta un poco sus pasos, por lo que su caminar es lento y pesado. Decide descansar a medio camino del inmenso lugar, y chilla cuando siente que tiran de su mochila con fuerza. Gruñendo en la dirección en la que esta está.

  —Tranquila, fiera —Seokjin se ríe mientras toma la mochila que el omega venía arrastrando para colocarla sobre sus hombros, inclinandose luego para recibir los brazos de Jungkook rodearle el cuello con mimosidad.

  —Hyung —y es agradable sentir aquel calorcito de nuevo en el pecho, destensando inmediatamente los hombros, bajando la guardia porque sabe que esta seguro, y es evidente que Jungkook es un omega al que le gusta ser cuidado.

  Pronto siente más presión apretandolos y el aroma de su padre lo arrulla mientras le besa la coronilla y los abraza a ambos, murmurando contento algo que no alcanza a oir.

  —Mi amor —le dice cuando lo tiene de frente y Jungkook se hace chiquito en el pecho del gran alfa, sintiendose totalmente a salvo allí.

  —¿Cómo estuvo el viaje? —pregunta Seokjin desde el asiento del copiloto, y a Jungkook le carcome un poco la consciencia por lo que se limita a murmurar un "bien" sin demasiada emoción.

  Cuando llega a casa está quizá un poco angustiado ante tantas preguntas que realmente no sabe contestar. Porque su padre está realmente curioso con la universidad y no es como si supiera que decir cuando lo asalta con una tonelada de interrogantes sobre la habitación, las clases, la cafetería, las actividades extracurriculares. Y quizá es algo que no tomó en cuenta desde un primer momento y le duele el corazón al buscar cada vez más rápido en su mente respuestas inventadas que puedan satisfacer a su padre.