Jungkook ingresa a ChongSeon, una universidad exclusiva para alfas, dispuesto a estudiar arquitectura, con el pequeño inconveniente de que, bueno... el no es precisamente uno.
Por otro lado, Taehyung no entiende porque después de tantos años de atra...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Qué? —Taehyung pretende sonreír, como si aquello le causara risa. Mas la mirada de Mingyu es penetrante, seria, casi como si estuviera molesto.
—Tienes a un omega ahí dentro —y esta vez no usa el tono de pregunta, siquiera hay duda en sus palabras.
Taehyung ríe, pretendiendo sonar convincente en la banal carcajada que suena y se expande por el pasillo.
—¿De donde voy a sacar un omega? —y pretende sonar bromista cuando dice— si sabes donde conseguirlos podrías decirme de paso.
El pobre intento de broma parece no darle ni un mínimo de gracia a Mingyu, quien se ve cada vez más preocupado, y Taehyung se opone contra la puerta cuando intenta mirar por la pequeña ranura que la deja entreabierta.
—Ehh —lo regaña en chiste, y Mingyu lo mira fijo, con las cejas espesas casi ocultandole los ojos.
—No pueden entrar omegas, es peligroso —suena intimidante.
Taehyung traga espesa la saliva que se le acumula en la boca debido al nerviosismo.
—No hay un omega —suena más firme cuando repite lo que ya ha dicho, y hace al otro alfa desistir, porque Mingyu retrocede con la mirada filosa en el alfa y Taehyung sabe que no le cree ni una sola palabra, mas parece querer dejarlo en paz.
—No lo traigas más.
Y es sentencia, porque el alfa se voltea sin mirar de nueva cuenta hacia atrás, caminando casi enfurruñado a su habitación, de donde ha salido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Los ejercicios son bastantes sencillos para retomar el tiempo que estuviste faltando. Me alegra que ya hayas podido volver —el entrenador suena amable cuando dice y a Jungkook las mejillas se le colorean magenta.
Procede a replicar tal cual los ejercicios le indicó, siendo cuidadoso por el escaso ejercicio que ha estado haciendo el último tiempo, algo aliviado de poder regresar. Siente el deporte como un nuevo aire que respirar, y quizá no es una buena metáfora porque los músculos le duelen y el pecho se le infla pesado y atolondrado por la falta de costumbre.
